IMPULSO/ Edición WEP
Ciudad de México
El Servicio Sismológico Nacional (SSN) informó que este lunes se registró un sismo de 5 grados con epicentro en Acapulco, Guerrero, lo que hizo que sonara la alerta sísmica, pero ¿cómo funciona?, ¿por qué a veces suena y otras no?
De acuerdo con los parámetros oficiales, la alerta se tiene que activar con sismos de magnitudes cercanas a los 6 grados, sin embargo, el sistema funciona con un modelo matemático que proyecta la magnitud de los sismos y las implicaciones que podrían tener.
Este lunes, el secretario de Protección Civil de la capital, Fausto Lugo, informó que la alerta sísmica se activó por el pronóstico de un temblor mayor a 5.5 grados cuando se registró el movimiento en Guerrero.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el ingeniero Juan Manuel Espinosa Aranda, director general del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, A. C. (CIRES), explicó que la experiencia con el sismo de este lunes da “una oportunidad para hacer una mejora, una calibración en este sistema. La experiencia de ayer (lunes) es perfectible pero fue causada por un sismo verdadero”.
Para Espinosa Aranda el sismo del lunes es interesante porque fue de 5 grados de magnitud, pero tuvo el registro más importante que el sistema ha captado en toda su historia, que es de 26 años. “Se registró el efecto en Acapulco con unos niveles bastante grandes de 250gal (centímetros sobre segundo cuadrado), fue muy breve, pero muy grande.
Con la experiencia, el sistema determinó que era un sismo grande y que había que alertar de manera pública. Ahora que tengamos el registro lo vamos a calibrar para ver si es posible que ese tipo de sobrestimaciones se moderen para que no existan críticas”.
Espinosa Aranda aseguró que a lo largo de la historia del CIRES se han logrado detecciones y avisos de alerta que han tenido una realimentación en cuanto a los umbrales, que son los niveles a partir de los cuales se emite el aviso.
“Los umbrales, técnicamente, se puede fijar en cualquier nivel, pero una de las principales complicaciones es que en la Ciudad de México existen suelos muy diversos, hay unos muy firmes y otros muy blandos, lo que hace distinta la intensidad de los sismos”, expresó Espinosa.
¿Cómo funciona la alerta sísmica?
La distancia y el origen del epicentro son claves para el funcionamiento de la Alerta Sísmica de México.
Por ejemplo, nuestro sistema no le funcionaría a países pequeños. El Sistema de Alerta se basa en el principio fundamental de que las ondas sísmicas, llamadas superficiales, y que son potencialmente dañinas, viajan a una velocidad de entre 3.5 y 4.0 Km/segundo, y por tanto tardan entre 75 y 85 segundos en recorrer la distancia entre la costa de Guerrero (300 Km) y la Ciudad de México.
“La ventaja es mayor a medida que estamos más lejos de donde se origina el sismo porque esto facilita que la gente haga algo con el tiempo disponible, que puede ser muy breve. Entre más lejos estemos, pues le ganamos más”, dijo el director general del CIRES.
Existen 100 sensores (acelerómetros) sísmicos que están distribuidos desde Oaxaca hasta Jalisco, los monitorean continuamente las vibraciones del suelo, cuando ésta tiene un patrón de “tipo sismo”, es reconocida por un software que primero detecta que haya un impulso que marque el arranque del movimiento telúrico, con este impulso se empieza a llevar el análisis de la energía.
“Si ocurre que la energía genera efectos horizontales por causas del sismo, cambia el patrón y la energía comienza a crecer, aquí es cuando la gente empieza a decir: ´yo sentí que empezó a temblar más fuerte´. Cuando llegan esas ondas se sabe que son ondas grandes, entre estos dos momentos el sistema genera un aviso de que está habiendo un sismo de ciertas proporciones”, explicó Espinosa Aranda.
Dependiendo de la energía de esas variables, la magnitud se calibra con datos históricos que pueden decir de qué rango será el sismo. La estación que lo detecta trasmite ese dato para que las ciudades donde exista el peligro de que lleguen los efectos del movimiento, puedan aplicar todas las funciones de difusión.
Espinosa Aranda dijo que existen tres algoritmos que permiten el funcionamiento del Sistema de Alerta:
– Uno analiza los primeros tres segundos de la llegada del sismo (Onda P), los primeros tres segundos pueden ser suficientes para calcular la magnitud.
– El segundo, ve el inicio del sismo, deja pasar tres segundos y cuando empieza a llegar la onda de cortante se da otro estimado, ya calibrado. El algoritmo se llama (S-P).
– Luego está un algoritmo que se diseñó para Guerrero, ya tiene 25 años en servicio y ha tenido muy buenos resultados, aunque es muy lento para advertir. Sirve mucho para la Ciudad de México, pero para Chilpancingo o Acapulco es insuficiente, por eso se desarrollaron los algoritmos antes mencionados.
“Son tres criterios que trasmiten datos y se hace una negociación de la información que se capta en el sistema computarizado para saber qué atributo es y con esos datos se hacen los disparos automáticos de la alarma, todo esto es un sistema que no tiene intervención de personas para definir el alertar”, finalizó Espinosa. Fuente: Agencia SUN