El gobernante de Crimea designado por Moscú dijo el martes que la región se prepara para una posible contraofensiva ucraniana inminente.
Sergei Aksyonov dijo a la prensa que las fuerzas rusas en Crimea construyeron “defensas modernas, profundas” y contaban con tropa y pertrechos “más que suficientes” para rechazar un posible asalto ucraniano luego de 13 meses de guerra iniciados por la invasión rusa.
“No podemos subestimar al enemigo, pero podemos decir decididamente que estamos preparados (para un ataque) y no habrá catástrofe”, aseguró.
Hace días, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ratificó la intención de Kiev de recuperar la península del Mar Negro que Rusia le arrebató ilegalmente a Ucrania en 2014.
Aksyonov anunció el inicio de los trabajos de fortificación de Crimea en noviembre, sin entrar en detalles. En febrero, en una reunión de seguridad presidida por el mandatario ruso Vladímir Putin, dijo que se preveía finalizar los trabajos en abril.
Imágenes satelitales publicadas la semana pasada mostraron una red compleja de trincheras y otras fortificaciones cavadas cerca de Medvedivka, una pequeña población cerca de un cruce entre Crimea y Ucrania continental, indicio de temores rusos acerca de un posible ataque ucraniano.
Analistas militares prevén que Kiev aprovechará la mejora del clima para tomar la iniciativa en el campo de batalla con nuevos envíos de armas occidentales, decenas de tanques y tropas frescas entrenadas en Occidente.
Las fuerzas ucranianas podrían tratar de atravesar el corredor terrestre entre Rusia y Crimea, avanzando desde Zaporiyia hacia Melitopol y el mar de Azov. Con ello podrían partir las fuerzas rusas en dos.
Con todo, las fuerzas de Kiev enfrentan un reto colosal para desalojar a las fuerzas rusas. Sus blindados se encontrarán con campos minados, zanjas antitanque y otros obstáculos, al tiempo que las grandes redes de trinchera dan refugio a las tropas rusas.
El Kremlin quiere que Kiev reconozca la soberanía rusa en Crimea, así como la anexión de las provincias ucranianas de Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia. Ucrania ha jurado expulsar a los rusos de todos los territorios ocupados y ha descartado cualquier conversación con Moscú hasta recuperar totalmente el control de su territorio.