IMPULSO/ Edición Web
Toluca
Un hombre egipcio de 29 años se acercó desde la escalera mecánica a los cuatro soldados de una patrulla militar a las afueras del Museo del Louvre y al grito de “Allah es grande “ se dispuso a acuchillarlos. Después de repeler el ataque con maniobras manuales, le dispararon en el vientre, frustrando un ataque calificado de “terrorista” por el presidente François Hollande.
El atacante, herido de cinco balazos, fue operado en el hospital Pompidou y se encuentra entre la vida y la muerte. Ha sido identificado como Abdallah E H, un egipcio, de 29 años, que había llegado al aeropuerto Charles de Gaulle en Francia el 26 de enero, con una visa francesa desde Dubai, y debía partir el 5 de febrero. Había alquilado un estudio en un aparthotel de la rue de Ponthieu, que fue allanado por la policia y por el que pagó 1.700 euros.
El procurador François Molins, que calificó como “atentado” el ataque, dijo en rueda de prensa que el joven tenía pasaporte egipcio con visas para Turquía y Arabia Saudita emitidas en 2015 y 2016. La foto de su pasaporte encontrado coincide con la cara del atacante. Había solicitado visa turística para Francia el 30 de octubre pasado.
El 28 de enero a las 17,31 compró dos machetes de 40 centimetros en una armería del barrio de la Bastilla en París. Pagó por ellos 680 euros en efectivo. Las cámaras de seguridad lo grabaron. También alquiló un automóvil, que la policía acaba de encontrar en el barrio 8 de París, dijo el procurador. En el ataque, el joven abandonó una sudadera con su celular, con el que se pudo reconstruir su itinerario. Estudian, también, una tableta iPad, que encontraron en el hotel, junto a 950 euros.
En el incidente, los militares temían que las mochilas del atacante estuvieron cargadas de explosivos o el usara un cinturón para detonarlas. En las mochilas había bombas de pintura, probablemente para dañar obras del museo.
La acción de los militares frenó un nuevo acto terrorista en París pero, al mismo tiempo, ratificó la eficacia del operativo de seguridad Sentinelle, que tiene desplazados patrullando a 3.700 soldados en la capital y 7.000 en todo el país. Esa presencia estaba siendo cuestionada y dudaban de su eficacia, cuando la capital francesa ha vuelto a su máxima alerta tras el incidente.
Al menos 1.600 personas, entre visitantes al museo, sus empleados, y los que se encontraban en el Carrousel fueron confinados por medidas de seguridad durante el incidente.
Las medidas de confinamiento para turistas y empleados del Louvre recién se levantaron a las dos de la tarde. La policía buscaba un cómplice que podría estar disimulado entre los visitantes. Los turistas fueron liberados en pequeños grupos con las manos en alto sin saber que había sucedido. Ellos habían escuchado disparos.
Marie Anges, confinada en el Louvre durante dos horas, contó a la salida que “el personal del museo había sido entrenado sobre cómo reaccionar ante un incidente de seguridad” y “reaccionó con calma y eficacia”.
Uno a uno, los candidatos presidenciales franceses se solidarizaron con los soldados y “su coraje”. Desde el socialista Benoit Hamon a Marine Le Pen, la líder del Frente Nacional, todos saludaron su “sangre fría” y “el profesionalismo de los militares”, que ha permitido evitar las consecuencias potencialmente desastrosas. ”En medio de su escándalo de corrupción , el conservador Francois Fillon les expresó su “admiración” y deploró que “la amenaza terrorista no se ha debilitado”.
El presidente Donald Trump no tardó en reaccionar sobre Twitter. ”Otro terrorista islamista radical ha atacado el museo del Louvre en Paris. Los turistas fueron confinados.Francia está de nuevo en la cornisa. Sé inteligente Estados Unidos” escribió.
Dato:
Una rara coincidencia: el encargado de asistir al atacante herido fue el doctor Patrick Pelloux, médico de urgencias y periodista de Charlie Hebdo que sobrevivió a esa masacre porque llegó tarde a la reunión de redacción ese día.
Con información de Clarín