IMPULSO/Agencia SUN
Bélgica
El cruce entre México y Estados Unidos se ha convertido en el segundo paso fronterizo más letal a nivel mundial para los migrantes irregulares en lo que va del año.
De acuerdo con un informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), sólo la zona del Mediterráneo registró un mayor número de muertes, en comparación con la zona del Río Bravo, entre el 1 de enero y el 18 de julio del año en curso.
Las aguas del sur de Europa cobraron la vida de por lo menos mil 490 personas durante dicho periodo, seguida por la frontera sur de Estados Unidos con 162 casos, según la base de datos del Proyecto de Migrantes Desaparecidos de la OIM.
Si bien el paso norte de México registra una disminución en comparación con el mismo periodo de 2017, 189 casos fatales, a la fecha ha cobrado más vidas que el norte de África y la África Subsahariana, zonas tradicionalmente con indicadores fatales mayores.
Las muertes contabilizadas en la región de África del Norte disminuyeron de 426 a 60 durante el periodo de estudio, mientras que las registradas en la zona de la África Subsahariana pasaron de 301 a 102.
El Proyecto de Migrantes Desaparecidos recauda datos procedentes de los 15 principales cruces fronterizos a nivel mundial. Hasta la semana pasada, contabilizaba la muerte de 2 mil 240 personas en su intento por migrar.
Julia Black, coordinadora de programa, sostiene que debido a las dificultades para obtener información, actualmente no están en condiciones de establecer parámetros científicos con las cifras que tienen disponibles.
Sin embargo, es incuestionable el peligro que enfrentan las personas que buscan ingresar sin papeles a Estados Unidos desde México.
“Desde finales de la década de los 90, la frontera entre Estados Unidos y México ha presenciado la muerte de centenares de migrantes cada año. La gran mayoría de las muertes registradas en la base de datos establecida en 2015 fueron por ahogamiento o por exposición a condiciones extremadamente peligrosas”, explicó Black a EL UNIVERSAL.
“En Texas, muchos inmigrantes se ahogan cuando intentan cruzar el río Bravo. En Arizona y Texas cruzan tierras desérticas remotas, muriendo de hipo/hipertermia, así como por deshidratación”.
Aunque a menudo es imposible establecer las causas de muerte debido a que los restos son recuperados días o semanas después de la muerte y, en algunos casos, en condiciones de esqueleto o momificación.
Para Black, es prematuro establecer el impacto que podrá tener la política migratoria de “Tolerancia Cero” dictada por el presidente estadounidense Donald Trump, debido a que otros factores están influyendo en los flujos en la frontera de EU y México, como es la situación en los países emisores, las prácticas de tráfico y las condiciones climatológicas.
La Organización Internacional de las Migraciones registró en 2017 un total de 415 fallecimientos en dicha frontera, que es la cifra más elevada desde 2014.