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París, Francia
Los europeístas confían en que las fuerzas contrarias a la UE están en declive y que la elección de Macron dará un nuevo impulso a la construcción europea, frenada desde el Brexit. Macron reiteró en una entrevista su respaldo a la UE y precisó que Francia, para ser líder en Europa, tiene primero que reformarse.
Una debilitada Theresa May y un fortalecido Emmanuel Macron representan las dos caras de una Unión Europea cuyos mandatarios se reúnen a partir de este jueves en Bruselas, confiados en que finalmente dejaron atrás el sentimiento antieuropeísta impulsor del Brexit.
En la víspera de su primera cumbre europea, Macron, reafirmó su creencia en una Europa capaz de transformar el mundo, con Francia como motor, en una entrevista publicada simultáneamente por ocho medios europeos.
La victoria de Macron constituyó un soplo de aire fresco para la UE. Aprovechando su buena sintonía con Merkel, ambos presentará propuestas comunes en temas como la defensa o la protección comercial para reactivar el bloque.
Francia podrá tener “una capacidad motriz” pero tan solo si se reforma primero, precisó también en la entrevista Macron. Para el mandatario, el liderazgo depende no solamente de pronunciar “un discurso claro y lúcido sobre el mundo”, sino también de “fortalecer su sociedad y su economía”.
“Es por esta razón que he pedido al gobierno de lanzar reformas fundamentales que son indispensables para Francia. Están en juego nuestra credibilidad, nuestra eficacia y nuestra fuerza”, precisó.
Orden mundial, terrorismo islamista, clima
Las crisis en el mundo “se deben en parte a las desigualdades profundas engendradas por el orden mundial y al terrorismo islamista. A estos desequilibrios se añade el del clima”, consideró también el mandatario francés.
“Ganaremos esta batalla de la que Europa tiene la responsabilidad”, pues es “el único lugar del mundo donde se reúnen las libertades individuales, el espíritu de la democracia y la justicia social”, añadió.
Macron criticó “a algunos dirigentes europeos que le dan la espalda a Europa” con “un enfoque cínico de la Unión que serviría a gastar los créditos sin respetar los valores”.
“Europa no es un supermercado. Europa es un destino común”, subrayó. “Los países de Europa que no respeten las reglas deben asumir todas las consecuencias políticas”, insistió. “No cederé en cuestión la solidaridad y los valores democráticos”.
Además, defendió una “integración más fuerte” de los países de la zona euro, con un presupuesto y una “gobernanza democrática”.
La entrevista fue publicada en Le Figaro (Francia), Le Soir (Bélgica), The Guardian (Reino Unido), El País (España), Süddeutsche Zeitung (Alemania), Corriere della Sera (Italia), Le Temps (Suiza) y Gazeta Wyborcza (Polonia).
Con información de RFI
