IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
La propuesta de avalar la venta de comida “chatarra” en universidades está “plagada” de afirmaciones insostenibles, indicó Fiorella Espinosa, coordinadora de investigación de El Poder del Consumidor.
En conferencia de prensa, Espinosa se refirió al proyecto realizado por la ministra Margarita Luna Ramos, en el cual prevé otorgar el amparo a la embotelladora Del Fuerte, filial de Coca Cola, para que no se le aplique la prohibición de vender comida “chatarra” en universidades establecida en la Ley General de Salud.
Espinosa advirtió que la aprobación del proyecto contribuirá a mantener un ambiente de obesidad en el país y a la epidemia de sobrepeso y diabetes que ha sido decretada. El proyecto de la ministra Luna Ramos está programado para discusión el próximo 18 de enero durante la sesión de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En el proyecto plantea otorgar el amparo a la embotelladora a considerar que la Ley General de Salud que prohíbe vender alimentos “chatarra” en las universidades por violar el derecho humano de libertad de comercio.
Por ello, la investigadora afirmó que la propuesta de la ministra Luna Ramos sobre establecer que la obesidad debe combatirse por medio de la educación, se estaría desconociendo la relación entre el entorno y los hábitos alimenticios.
“El proyecto de la ministra Luna está plagado de afirmaciones insostenibles, señala que los alimentos y bebidas altamente procesados no afectan la salud de las personas, desconociendo el extenso y robusto sustento científico que prueba la asociación entre el consumo de productos ultraprocesados, en particular de bebidas azucaradas, con daños a la salud.
“El proyecto establece que la obesidad debe combatirse por medio de la educación desconociendo también la evidencia existente que demuestra que por encima de la educación son los entornos los que determinan los hábitos, desconociendo que los ambientes obesogénicos son la principal causa de estas epidemias de sobrepeso, obesidad y diabetes”, dijo.
Agregó que los lineamientos de la Ley General de Salud pretenden establecer que, al menos los centros educativos, incluyendo las universidades, sean espacios saludables.
“La ministra argumenta que los estudiantes en estas instituciones ya son adultos que pueden realizar elecciones informadas, sin embargo, esa no es la realidad. Estos jóvenes tienen ya hábitos deformados desde muy temprana edad y son justamente los ambientes saludables los que pueden contribuir, junto con otras medidas, a que se reduzcan estos consumos y no los transmitan a sus hijos de llegar a ser padres”, puntualizó la investigadora.
