IMPULSO/ Aída Díaz del Río
Toluca
Las figuras de palma que se realizan en la capital mexiquense muestran la riqueza artística, la creatividad y la imaginación de los artesanos toluqueños que con sus manos elaboran piezas únicas e inigualables, ejemplo de ello es el nacimiento del Niño Dios que doña Antonia González González, indígena originaria de San Cristóbal Huichochitlán, tejió en ocasión de la época decembrina.
Con una sonrisa en el rostro, doña Antonia toma la palma entre sus manos y con destreza, cariño y rapidez comienza a tejer diseños de sombreros, petates, canastas o chiquigüites con una técnica que ha pasado de generación en generación y ha convertido a este noble oficio en un patrimonio vivo y un tesoro cultural del Municipio de Toluca.
Por las fiestas de fin de año, esta artesana, junto con sus siete hijas, realiza piezas especiales como nochebuenas, coronas, piñatas, burritos y nacimientos, estos últimos se han convertido en los favoritos de la población, ya que contienen figuras artesanales acordes a la tradición, en las que las creadoras demuestran su talento y su enorme paciencia, pues requieren de al menos 15 días para tejer cada uno de ellos.
Gracias al compromiso y la sensibilidad del presidente municipal de Toluca, Fernando Zamora Morales, con los artesanos, el H. Ayuntamiento les brinda un lugar en la Plaza Fray Andrés de Castro para que un mayor número de personas puedan admirar su trabajo y adquirir sus productos.
Por esta razón, el Gobierno municipal invita a los residentes y visitantes de la capital mexiquense a conocer el legado de los pueblos originarios de Toluca y a dejarse sorprender por las piezas que realizan las manos mágicas de nuestros artesanos y artesanas.