Fascinación por Toulouse-Lautrec

IMPULSO/ Redacción
Ciudad de México
Toulouse-Lautrec fue un hombre singular que ganó fama como pionero y titán del cartelismo, aseguró Sarah Suzuki, curadora del Departamento de Dibujos e Impresiones del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
La especialista en arte moderno y contemporáneo ofreció una charla en la Sala Adamo Boari como parte de las actividades paralelas de la muestra “El París de Toulouse-Lautrec. Impresos y carteles del MoMA” en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Consideró que Toulouse-Lautrec ha sido objeto de fascinación, alguien a quien relacionamos con la vida bohemia, un salón de baile o un perfil muy elegante, cuya vida parece sacada de una novela.
La especialista hizo un breve recuento de la biografía del artista proveniente de una familia aristócrata que fue atraído por los vecindarios y barrios bajos de Montmartre en París.
Si bien fue famoso en su época, su carrera sólo duró 10 años, en los cuales destacó por ser un gran retratista y capturar la esencia de sus personajes a través de algún detalle de su vestimenta o alguna pose.
Sus amigos, pasiones e intereses están presentes en la obra del pintor y cartelista galo, quien comenzó a ganar suficiente dinero por su obra.
De acuerdo a la investigadora, a finales del siglo XIX, surgió una clase media interesada en coleccionar carteles y grabados, además de talleres de impresión que exhortaban a los artistas a entrar a este mercado en el que incluso comenzaron a aparecer corredores.
Entre las principales influencias de Toulouse-Lutrec, Sarah Suzuki mencionó al pintor y escultor Edgar Degas, de quien se interesó en su composición y pinceladas, así como los grabados de madera de Japón, de los cuales aprendió aspectos importantes de la paleta de colores y la composición.
“En el cartel fue donde Toulouse-Lutrec tuvo un lenguaje propio y no siguió a nadie más, eso es lo que lo ha hecho perdurar a lo largo de 150 años”, explica Suzuki. Es en este soporte donde plasmó imágenes relacionadas con el circo, la ópera y el cabaret, siendo el más emblemático el Moulin Rouge.
“Es una guía a través de la vida parisina que nos permite acercarnos a la política del momento, a tener la sensación del ambiente de los lugares a donde iban a comer, la música que escuchaban y todo visto a través de sus ojos”, agrega la curadora norteamericana.
Integrada por obras pertenecientes a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York, la exposición “El París de Toulouse-Lautrec. Impresos y carteles del MoMA” reúne más de 100 obras entre dibujos, fotografías, litografías, óleos y filmes que permiten apreciar las pasiones de Henri de Toulouse-Lautrec.
La muestra permanecerá hasta el 27 de noviembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes en un horario de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Habrá un 50 por ciento de descuento para estudiantes, maestros e INAPAM. Domingos, entrada libre.
En el cartel fue donde Toulouse-Lutrec tuvo un lenguaje propio y no siguió a nadie más, eso es lo que lo ha hecho perdurar a lo largo de 150 años”,
Sarah Suzuki,
Curadora del Departamento de Dibujos e Impresiones del MoMA.
Si bien fue famoso en su época, la carrera de Toulouse-Lautrec sólo duró 10 años, en los cuales destacó por ser un gran retratista y capturar la esencia de sus personajes a través de algún detalle de su vestimenta o alguna pose.
Integrada por obras pertenecientes a la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York, la exposición “El París de Toulouse-Lautrec. Impresos y carteles del MoMA” permanecerá hasta el 27 de noviembre en el Museo del Palacio de Bellas.