IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad de México
- Académicos piden a la Secretaría de Cultura que la nueva sede del Archivo Técnico de Arqueología cuente con las condiciones de resguardo y conservación necesarias.
Académicos e investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) exigen a la Secretaría de Cultura federal que la nueva sede del Archivo Técnico de Arqueología cuente con las condiciones de resguardo y conservación que requiere este acervo que contiene la memoria arqueológica del país.
Ayer, representantes del sindicato nacional de profesores de investigación científica y docencia del INAH entregaron a las oficinas de la dependencia un oficio dirigido a la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, en el que señalan que el acervo, actualmente ubicado en Argentina 12, en el Centro Histórico, debería moverse hasta que el INAH tenga un inmueble con las condiciones necesarias, no como el que planean adaptarse en avenida Revolución, que ha sido cuestionado por investigadores por parecerse más a una bodega con cubierta de lámina que a un espacio para albergar acervo documental.
En la carta, los investigadores indican que el espacio donde ahora se encuentra es “insuficiente y no está en las mejores condiciones, por lo que es imprescindible garantizar que el lugar al que se planea cambiar cuente con el área suficiente para albergar el volumen actual, que permita su crecimiento durante 50 años, por lo menos, y con las condiciones físicas, químicas y biológicas necesarias para su conservación”.
Según la Coordinación Nacional de Arqueología, la reubicación del acervo se da porque la Secretaría de Cultura —dependencia a la cual pertenece el inmueble donde ahora se encuentra el acervo—, planea darle otro destino, también de carácter cultural, al recinto. Indica que la sede actual no es la más adecuada, por lo que su traslado “puede ser un área de oportunidad para mejorar las condiciones actuales”.
“Es imprescindible garantizar que el lugar al que se planea cambiar cuente con el área suficiente y con las condiciones físicas, químicas y biológicas necesarias para su conservación”, Académicos del INAH.