IMPULSO/ LUIS F. CANUDAS
CNDH
Quisiera escribir con mucha técnica para todos ustedes, de un tema tan especifico e importante como lo son los Derechos Humanos en nuestro País, su evolución, y cómo han transitado desde el siglo XIX; su transición desde el primer ombudsman en Suecia, y cómo es este el verdadero antecedente, desde mi opinión, de la actual Representación Social. Pero la realidad es que aquí, son dos instancias diferentes.
El primer ombudsman como mencione en Suecia, incluso antes del siglo XIX, estaba facultado hasta para participar en un pelito de cocina; era del defensor del pueblo, el representante del pueblo, el que abogaba por el pueblo; y de ahí una serie de generaciones de derechos del hombre, del ciudadano, de sus garantías, hasta que por fin y gracias a una sentencia de la corte interamericana de los derechos humanos a la que México está suscrita, pudimos observar las evolución de nuestra carta magna y cambiar el capítulo de las garantías individuales a Derechos Humanos. Así observamos cómo por fin entendió el Estado Mexicano los derechos inherentes a la persona y sus principios como pro-homine, que no los otorga el Estado, son naturales, pero el Estado es quien debe reconocerlos y garantizarlos.
Esto es tan importante porque hoy más que nunca se necesita una Comisión Nacional de los Derechos Humanos a la que no arriben personas con compromisos políticos o partidistas electorales. No puedo dejar de observar, que el actual Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez en algún momento simplemente señalo con respecto de un personaje al que admiré y aprecié tanto como fue Luis Donaldo: “No hay elementos para reabrir el caso”.
Es por ello que hoy más que nunca y después de escuchar a Sánchez Cordero con: “Esto es el pan nuestro de cada día.” y a Durazo Montaño con: — más bien ya no le entiendo nada en sus distintas versiones del caso Culiacán–, que es de suma importancia que quien presida la Comisión de los Derechos Humanos en este territorio nacional, sea un verdadero humanista y de ahí la trascendencia del Senado de la República ahora mismo.
En un proceso en donde se han registrado 57 aspirantes y en donde solo se cuenta con la participación de 12 mujeres y contando con que uno se dio de baja –sin definir las causas–,que no se percibe un equilibrio en cuanto a los números de los registros de los aspirantes, al menos no en garantizar la equidad y perspectiva de género; no está balanceada o correctamente de inicio diseñada la convocatoria, así que es el Senado de la República quien escuchando todas las propuestas, tendrá que corregir la plana.
El que firma esta colaboración ha realizado el ejercicio de monitorear las entrevistas que los señores Senadores de la República, que en tiempo han ofrecido a los aspirantes y es, precisamente en un día de suma importancia para la – Cámara Alta –, día en el que la C. Rosario Ibarra de Piedra, al conmemorarse la entrega de la Presea de Belisario Domínguez, máximo galardón nacional, ha decidido no recibirlo y devolverlo al C. Presidente López Obrador replicando lo siguiente: “Te la encargo, ahí me la entregas por favor cuando sepas en donde quedaron los restos de mi hijo”, y es en este contexto y sin la presencia de Ibarra de Piedra y a lado de los miembros de la agrupación “EUREKA”, este día y a esta hora cuando acto seguido y en este marco, comparece al Senado de la Republica una doctorante en Derechos Humanos y Democracia, Rosalinda Salinas Duran.
Una mera cuestión de técnica pensé. Para que exista la Democracia deben existir demócratas. Para que prevalezcan los Derechos Humanos deben existir los ombudsman y Salinas Duran es una de ellos, de los pocos.
Para garantizar la autonomía técnica y de gestión de la CNDH deben existir los ombúdsmanes, por eso ha sido magistral su participación en el Senado de la República. Con una propuesta que contiene al menos 11 ejes temáticos Salinas Durán propone con variantes mínimas en el marco jurídico de la CNDH eficacia y eficiencia, ser un revulsivo en la protección de los mismos e implementar acciones distintas que ofrezcan resultados diferentes como Prevención, Protección y Defensa; Promoción y Observancia; Estudio y Divulgación lo cual elevaría doctrinaria y académicamente los estudios en la materia en todo el territorio nacional.
Monitoreo de cumplimentación en alertas de género, así como cordones sanitarios en las fronteras son solo un par de los ejes temáticos que se impulsarán desde la CNDH, algo que ahora mismo no está ocurriendo.
Salinas Duran entiende bien los resultados en la sociedad por la discriminación y la falta de inclusión, verá, para ella todo es un entreveramiento con los Derechos Humanos.
Pero la parte sustantiva con la que cuenta Salinas Duran y que ningún otro aspirante registrado a Presidir la CNDH tiene, es su experiencia en el sistema penitenciario y los protocolos de actuación que ella misma ha diseñado.
Alguien le tendría que informar – con experiencia – al C. Presidente de la República López Obrador, y de paso a sus inexistentes encargados del despacho del interior, de seguridad, de sugerencias jurídicas y de medios, que si tiene la más mínima gana de disminuir decibeles de inseguridad, tendrá que implementar una importante y ambiciosa política de protección de derechos humanos al interior de todo el sistema penal y penitenciario en la república mexicana.
Ya se le hizo demasiado tarde a la 4T en voltear a ver a expertos y especialistas en Derechos Humanos. Tendrá que ser él mismo, el presidente López, aun cuando el cueste trabajo, el primer garante en el proceso de selección interna para elegir a un verdadero ombudsman. Salinas Duran lo es, y ser garante en este caso, significa sacar las manos del proceso. Si Sheinbaum ha podido ser Jefa de Gobierno, yo mismo podría ser astronauta. [email protected] M. en D. Constitucional y Amparo Especialista en Inteligencia para Seguridad Nacional.