IMPULSO/
LUIS F. CANUDAS
La semana pasada escribí consciente de que lo publicado es testimonio permanente de que el ex gobernador Ávila Villegas nada tiene que hacer en el Comité del PRI de la Ciudad de México. Bajo el formato de Delegado Especial en funciones de Presidente del Comité Directivo Estatal en nuestro Estado, llegó, por ejemplo, el Meme Garza, Tamaulipeco. No son supuestos, yo estuve allí y a ningún mexiquense nos agradó, como a nadie agrada que un ecatepequense dirija los destinos de los priistas capitalinos. Señale que, aunque electoralmente todo está perdido en esa demarcación, él podría, puede y está invitando a cuanto personaje de la clase política encuentra a sumarse a su proyecto personal. Tampoco es un supuesto, es una actividad cotidiana, en este momento, es lo único que puede hacer. No hay formato todavía establecido para designar candidato a la Presidencia de la República, fórmulas hay muchas.
También señale que esta actividad que desarrolla Ávila Villegas lo haría mientras le restan puntos porcentuales a su imagen pública y esta semana ocurrió. En Milenio TV, el intelectual y periodista Carlos Puig entrevista al investigador Leonardo Núñez González, el entrevistado refiere que la ASF ha señalado que, en EDOMEX, de 2015, falta la friolera de ocho mil noventa y ocho millones de pesos. Le escribí que lo correcto nunca es litigar en medios y que si se tiene algún señalamiento, éste debe ser en las instancias legales. La Auditoría Superior de la Federación ha presentado al Congreso General las observaciones con respecto de la cuenta pública del 2015.
La entrevista completa usted la puede observar en la siguiente liga: https://www.youtube.com/watch?v=8jIvzhEd5tE&feature=youtu.be y es menester señalar que apunté en mi colaboración de la semana pasada que, si bien es cierto que en México han proliferado de cierta manera los órganos constitucionales autónomos y que todavía hay quien señala que son inconstitucionales -santas contradicciones Batman-, el caso es que referí que la Procuraduría General de la República tendría necesariamente que haber sido de los primeros órganos constitucionales autónomos en haber nacido. En esta escala de prioridades, desde luego en mi opinión, el Instituto Federal Electoral para que nadie hiciera chanchullo, el Banco Nacional de México para que el titular del Ejecutivo no mandará maquilar de manera discrecional billetitos de a mil y el INEGI, cuyo antecedente es la liberal Sociedad de Geografía y Estadística, que se encarga de generar información inteligente, y cuando escribo inteligente, me refiero a información que se suscribe al ciclo de inteligencia o al enfoque sistémico, por ejemplo, de David Easton con ‘inputs’ y ‘outputs’, información real y corroborable que nunca debe ser tergiversada porque esto es perverso, luego entonces, y en este orden de ideas, la Fiscalía General de la República hace mucho, pero mucho tiempo debió ser un Órgano Constitucional Autónomo!
Usted estará pensando: “esto es por el depuesto fiscal electoral Santiago Nieto o por la renuncia del fiscal carnal Raúl Cervantes Andrade el pasado 16 de octubre, pero no es así. Esto es por pensar a Luis Donaldo, quien, oportunamente, más bien inoportunamente, pues le costó la vida, señalo: “México está cansado de las distorsiones que a la ley imponen quienes deberían servirle”.
En la entrevista, el hoy investigador del CIDE, quien en su tesis de grado de Maestría en Finanzas Públicas (“Presupuesto de egresos ficticio: el gasto real del Gobierno en la cuenta pública”) descubre el boquete en donde para comunicación social se diluyen cada año miles y miles de millones de pesos, nos da el siguiente dato aritmético: “Desde el año 1999, el órgano desconcentrado del Congreso General, al que conocemos como Auditoría Superior de la Federación, ha presentado setecientas cuarenta denuncias y sólo se han resuelto treinta de ellas, lo que sólo representa un cuatro por ciento de efectividad, al menos en lo que le concierne a la ASF”.
Esto no son supuestos, son sencillas matemáticas aplicadas al Derecho, así los resultados, los compañeros de medios ventilan, cuestionan y crean liderazgo de opinión, pues las instituciones, como acabamos de observar, no hacen algo al respecto. Todavía falta saber cuánto dinero falta para el ejercicio fiscal de 2016 y 2017, pues Ávila Villegas fue electo para el periodo 2011-2017, mismo que concluyó hace un par de meses, y si no hay una disminución variable, podíamos estar en el supuesto. Ahora sí que, al final del día, en un ejercicio de prospectiva, el mismo investigador del CIDE, Leonardo Núñez González, advierta que no son ocho sino 24 mil millones de pesos los que podrían o no podrían ser los que nos hacen falta.
Al final del día, y para fines prácticos, pensar en Ávila Villegas da como resultado lo siguiente: “no es de Atlacomulco, no es pariente del Presidente, los tolucos no lo quieren, en Ecatepec tampoco y sólo retrasó seis años el proyecto original”: “AMM”.
“Entre políticos te veas porque yo también tengo tunas”.
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M. en D. Constitucional y Amparo