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Evocan legado del arqueólogo Otto Schöndube

A través de una serie de conversatorios, el INAH rememora la trayectoria y la enseñanza de su investigador emérito, fallecido el pasado 30 de diciembre

IMPULSO/ Redacción  

En memoria de su legado, Otto Schöndube Baumbach (1936–2020), reconocido como uno de los grandes impulsores de la arqueología en México, especializado en el occidente de nuestro país, fue recordado la tarde de este martes en un homenaje póstumo, rendido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Organizada a través del Centro INAH Jalisco y el Museo Regional de Guadalajara, la actividad en memoria de quien fuera investigador emérito del instituto y primer titular del Centro Regional de Occidente –el cual se convertiría en el Centro INAH de su natal Jalisco– ha sido planteado como una serie de conversatorios en la que, del 23 al 25 de febrero, colegas, amigos y discípulos, evocarán vía remota el legado del connotado arqueólogo, a través del canal INAH TV de YouTube.

La primera mesa de diálogo estuvo integrada por el director general del INAH, Diego Prieto Hernández; por coetáneos de Schöndube como el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma; y colegas como los arqueólogos Peter Jiménez Betts, Susana Ramírez Urrea, Joseph Mountjoy Harris; así como por colaboradores de su obra académica como el historiador José María Muriá Rouret.

En el homenaje, enmarcado en la campaña “Contigo en la distancia”, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, los panelistas destacaron la forma en la que Otto Schöndube llegó a la arqueología gracias a una suerte de eventos sumamente afortunados para dicha disciplina.

A temprana edad, aquel jalisciense con ascendencia alemana por las vías paterna y materna, recorría el campo en poblados como Ciudad Guzmán, a veces en excursiones hacia el volcán de Colima, buscando figurillas prehispánicas y tepalcates en la superficie.

Pese a ese primer llamado a la disciplina, Otto Schöndube se matriculó y estudió tres años la carrera de ingeniería mecánica. No obstante, bastó una visita al Museo Nacional de Antropología y a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), que todavía compartían la sede de la calle de Moneda N° 13, en la Ciudad de México, para que aquel joven abrazara su auténtica vocación.

“Ligado al INAH desde los años 60 –relató el antropólogo Diego Prieto–, Otto platicaba con mucha gracia que, cuando era estudiante, participó de chiripa en trabajos de museografía del nuevo Museo Nacional de Antropología, en Chapultepec.

“Una mañana un compañero le preguntó si le atraía esa chamba, pues habían colocado un letrero en la escuela para que acudieran los interesados. Otto le contestó que sería imposible entrar porque habría muchos candidatos; pero el amigo le dijo: “no te preocupes… ya quité el letrero”. Así que Otto fue… y se quedó”.

Definido por su colega Eduardo Matos como un “arqueólogo integral”, es decir, un profesional que “acude al campo, busca, excava, limpia, interpreta y difunde”, Schöndube era el investigador a quien todo aquel que hiciera arqueología en Michoacán, Guerrero, Jalisco, Colima, Nayarit, Zacatecas y Durango, debía acudir en busca de su orientación académica.

En lo anterior coincidieron los arqueólogos de los Centros INAH Zacatecas y Jalisco, Peter Jiménez y Lorenza López Mestas, respectivamente, así como los investigadores de la Universidad de Guadalajara, Susana Ramírez Urrea y Joseph Mountjoy.

“Otto era alguien que lo mismo estaba en su escritorio, trabajando para preparar una nueva exposición, que atendiendo denuncias y colaborando en proyectos de investigación”, recordó Susana Ramírez.

Los conferencistas también rememoraron el andar pausado del arqueólogo por las salas del Museo Regional de Guadalajara, siempre dispuesto para escuchar y contestar cualquier pregunta que le hicieran los visitantes: padres de familia, escolares o trabajadores, y especialmente atento a los intereses del público, a fin de poder integrarlos en posteriores curadurías.

Fallecido el pasado 30 de diciembre, dos semanas después de haber cumplido 84 años de edad, Otto Schöndube, señaló Joseph Mountjoy, fue más que un arqueólogo ejemplar, fue un modelo a seguir en su faceta de padre, amigo y ciudadano.

El ciclo de conferencias in memoriam de Otto Schöndube continúa este miércoles 24 y el jueves 25 de febrero, a las 17:00 horas, través del canal INAH TV.