IMPULSO/ Agencia SUN
Washington, EU.
El gobierno estadounidense vive un “momento de desacuerdo” con la administración de Andrés Manuel López Obrador por la crisis en Venezuela, afirmó Kimberly Breier, subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
“Nuestra posición reconociendo a Juan Guaidó [proclamado presidente interino] está muy clara y estamos todos los días en conversaciones con nuestros socios en México sobre el tema”, dijo Breier, a respuesta de una pregunta de EL UNIVERSAL.
“Imagino que vamos a seguir en ese camino”, añadió, recordando que dejando de lado el asunto venezolano la relación bilateral es “muy buena”.
Horas antes, el senador republicano Marco Rubio puso “en duda” el futuro de la relación entre Estados Unidos y México por culpa del “inexplicable apoyo” del gobierno de López Obrador a Nicolás Maduro. Vía Twitter, Rubio lamentó que México siga sin exigir al mandatario venezolano que convoque a elecciones para resolver el conflicto en ese país.
“Estaba esperanzado en que seríamos capaces de redefinir la relación entre Estados Unidos y México como una asociación estratégica. No una relación de ayuda de Estados Unidos. Una alianza para abordar nuestros retos comunes”, escribió el senador en su cuenta de redes sociales. El tono del mensaje pareció más una amenaza que un comentario sobre la posición mexicana sobre la situación en Venezuela. Rubio es una de las voces más prominentes e importantes en la definición de la política exterior de la administración estadounidense, especialmente hacia Latinoamérica.
“El apoyo inexplicable del nuevo gobierno [mexicano] a Maduro ha puesto todo esto [la relación bilateral] en duda”, sentenció el senador.
Sobre la crisis en la nación sudamericana se pronunció también la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, tercera autoridad del país y una de las principales líderes del Partido Demócrata.
En un comunicado, apoyó a Guaidó y a la Asamblea Nacional, “única institución democrática que queda” en Venezuela, a la vez que pidió que el proclamado presidente interino se mantenga en ese cargo hasta que puedan celebrarse unas “elecciones completas, justas y libres”. Asimismo, instó a Estados Unidos a “respetar los procesos democráticos legítimos y apoyar el derecho de la población de Venezuela a protestar y defender sus derechos humanos”, a la vez que criticó el “régimen de represión” de Maduro.
El jueves, Uruguay cambió su posición sobre la resolución de la crisis y se unió al Grupo de Contacto que exige comicios libres y “con todas las garantías”. La decisión la tomó un día después de proponer, junto al canciller mexicano Marcelo Ebrard, la creación del Mecanismo de Montevideo, una mesa de diálogo que pueda resolver la situación.
El cambio de posición uruguaya deja a México como líder en solitario, y sólo apoyado por la Comunidad del Caribe (Caricom), del grupo de países que mantienen inalterable su propuesta de un diálogo entre las partes sin la exigencia de comicios libres y cumplimiento de los estándares internacionales. A excepción de aliados de Caracas, como Rusia o Bolivia, la mayoría de la comunidad internacional presiona para que Maduro convoque elecciones cuanto antes.