IMPULSO/Agencia SUN
TIJUANA, Baja California
Alrededor de 500 migrantes centroamericanos se lanzaron este domingo sobre la valla fronteriza que divide a México de Estados Unidos, en Tijuana, pero desistieron de cruzar al ser alcanzados por gases lacrimógenos y balas de goma que lanzaron desde el norte, según testigos.
En respuesta, autoridades estadounidenses cerraron el tráfico fronterizo en el concurrido cruce de San Ysidro, entre San Diego y Tijuana. El domingo comenzó con una marcha aparentemente pacífica del albergue Benito Juárez —donde miles de migrantes se alojan en Tijuana— hacia la garita de El Chaparral, en la frontera de San Ysidro.
No obstante, alrededor de una hora después del inicio de la caminata, centenares de ellos rompieron un cerco policial mexicano y se dirigieron hacia dicha garita y hacia otros puntos fronterizos, donde se subieron al muro con Estados Unidos.
Durante varias horas, grupos de migrantes, entre los que había mujeres y niños, permanecieron en distintos puntos de la línea divisoria entre Tijuana y Estados Unidos, hasta que fueron lanzados los gases.
Quienes se dirigieron al área de San Ysidro, también los recibieron las balas de goma. Según el reporte oficial del Hospital General de Tijuana, atendió a un hombre con heridas en la cabeza por un bote de gas, y una adolescente con una pierna lastimada.
Este domingo por la mañana, el presidente Donald Trump pidió a México ser “muy inteligente” y frenar a las caravanas de migrantes “mucho antes de llegar a nuestra frontera sur”, escribió el mandatario en Twitter. Asimismo, culpó a los países del Triángulo Norte, de donde proceden estas caravanas, de aprovechar esta coyuntura para librarse de “cierta gente”.