IMPULSO/Enriqueta Cabrera
Artículo
2019 inicia en Estados Unidos con grandes cambios. El primero y más importante es, sin duda, la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, controlada desde la llegada del presidente Trump por la mayoría del Partido Republicano y consecuentemente por la política del presidente, con algunas disidencias de conservadores más cerca del centro y otros más radicales hacia la derecha que poco o nada cambiaron. Los republicanos mantienen la mayoría en el Senado, no sin algunas disidencias importantes al interior de la bancada, lo que dará nuevo vigor al juego político.
La interrogante fundamental es si la pérdida de la mayoría del presidente en la Cámara de Representantes abrirá los espacios de negociación política. Hasta ahora no parece ser así. En primer lugar, el tema que concierne a México: la migración y el muro en la frontera con México, cuya negativa de financiamiento mantiene cerradas una parte de las actividades del gobierno federal desde el 22 de diciembre. Para Trump el tema del muro sigue en el centro. Los demócratas pasaron dos iniciativas para terminar con el cierre parcial del gobierno federal, Trump había advertido que vetaría cualquier iniciativa que no incluyera el financiamiento del muro. De manera que no pasarán.
Nancy Pelosi, cuando se discutía el tema del muro en el Senado, citó una declaración del ex presidente Ronald Reagan en la que daba la bienvenida a los inmigrantes a Estados Unidos, lo que fue fuertemente aplaudido. Lo más grave es que el presidente decidió cerrar la frontera con México a los inmigrantes o solicitantes de asilo, en su mayoría centroamericanos, dejándolos en territorio mexicano cercano a la frontera. La legalidad de la medida es altamente cuestionable, pero no ha habido reacción judicial alguna que la eche abajo. ¿Es probable que sea impugnada?
De cara a las elecciones de 2020, el tema del muro sigue en el centro de la política presidencial, Trump insiste en cumplir la promesa que hizo a sus seguidores. Llama la atención que aun con el cambio de las circunstancias, insista tercamente en lo mismo, culpando a los demócratas. Se dice que nuevamente saca el tema de los jóvenes mexicanos que llegaron a Estados Unidos siendo niños, como moneda de cambio que será rechazada. Sabe que no fue aceptada esa política en el pasado ni lo será ahora. Ha renovado su ataque a los mexicanos indocumentados que entran a EU, llamándoles narcotraficantes. Su política contra la inmigración se mantendrá y fortalecerá, como parte de su campaña para 2020. Frente a lo que ocurre y ocurrirá en la frontera con Estados Unidos, el gobierno de México tiene que construir una política robusta de protección a los mexicanos y hacia quienes obligadamente y sin acuerdo binacional alguno están en territorio mexicano, la mayoría de ellos centroamericanos.
Por la negativa de financiar el muro continúa el ataque a los demócratas a los que responsabiliza de todos los males, mientras se violan derechos humanos de miles de inmigrantes que buscan asilo o trabajo, con tragedias que no lo conmueven como es la muerte de dos niños bajo la custodia y responsabilidad de autoridades de su gobierno. Lo que no deja de llamar la atención es que en 2018 Trump tenía una aprobación del 39% y ahora a principios de 2019 mantiene el mismo porcentaje, a pesar de todas las crisis recientes. No cabe duda que Trump tiene una base sólida de seguidores, aunque no es la mayoría en Estados Unidos.
Hoy la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes se caracteriza por la diversidad. Destaca la presencia, nunca antes vista, de mujeres que ocupan curules demócratas y algunas pocas republicanas también. La nueva Cámara de Representantes tiene un total de 105 legisladoras mujeres, la cifra más alta en su historia. Cuando Nancy Pelosi llegó como diputada, en 1984, había 23 mujeres. Pelosi fue electa como presidenta de la bancada mayoritaria en la Cámara y, por tanto, vocera de la misma. Es la mujer con más amplia experiencia política, presidió la mayoría demócrata en tiempos de George W. Bush y de Barack Obama.
Si las circunstancias políticas han cambiado, ¿cómo es posible que no se atienda ese cambio y se pretenda continuar con políticas como la del muro y el rechazo racista y xenófobo? La negociación sustituida por la fuerza. Sin muro no habrá apertura de las actividades del gobierno federal cerradas. Soplan vientos hacia el 2020 que anuncian tempestades.