IMPULSO/ Agencia SUN
Etiopía
La compañía Ethiopian Airlines anunció este domingo el inicio de una investigación para esclarecer las causas del accidente aéreo que causó la muerte de 157 personas de 35 nacionalidades en Etiopía, incluyendo una mexicana.
“El comité [de investigación] estará formado por miembros de la aerolínea, representantes de la Autoridad de Aviación Civil y de Transportes del gobierno etíope”, indicó Ethiopian en un comunicado, en el que también involucró a la compañía estadounidense Boeing, fabricante de la aeronave, y a entidades internacionales.
El Boeing 737 Max-8 se estrelló a las 8:44, hora local, seis minutos después de haber despegado del aeropuerto Bole de Addis Abeba. Llevaba 149 pasajeros y ocho tripulantes. “Ethiopian Airlines lamenta confirmar que su vuelo ET302, que cubría la ruta Addis Abeba-Nairobi, tuvo un accidente”, tuiteó la compañía. Horas después, señaló: “No hay sobrevivientes”.
El avión perdió contacto con el control aéreo poco después de que el piloto, capitán Yared Getachew, reportara dificultades y pidiera permiso para regresar al aeropuerto. El permiso le fue concedido, explicó el director general de Ethiopian Airlines, quien resaltó que la compañía es “una de las más seguras del mundo”.
Las condiciones meteorológicas eran buenas, aunque el portal Flightradar24, que se dedica a monitorear vuelos en tiempo real, reportó que “la velocidad vertical” del avión era “inestable tras el despegue”.
El aparato se estrelló cerca del poblado de Tulu Fara, en las afueras de la ciudad de Bishoftu, unos 60 kilómetros al sureste de Addis Abeba.
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, expresó en Twitter sus “profundas condolencias a las familias de los que perdieron a sus allegados” en el accidente, y se declaró el lunes como día de duelo.
Entre las víctimas había una ciudadana mexicana, según confirmó la Secretaría de Relaciones Exteriores, sin identificarla. “El @GobiernoMX lamenta profundamente el incidente aéreo sucedido en Etiopía y expresa su solidaridad y condolencias a los familiares de las víctimas”, tuiteó. En otro tuit, señaló que la embajada de México en Etiopía “está en contacto con familiares de una ciudadana mexicana, nacional también de un tercer país, que viajaba en el vuelo. Se ofrecerá todo el apoyo consular necesario”.
Las víctimas del accidente eran de 35 nacionalidades, incluyendo 32 kenianos, 18 canadienses, nueve etíopes, ocho estadounidenses, ocho italianos, ocho chinos, siete británicos, siete franceses, seis egipcios, cinco holandeses, cuatro ciudadanos de India, cuatro eslovacos, tres austríacos, tres suecos, tres rusos, dos marroquíes, dos españoles, dos polacos y dos israelíes.
La ONU, de duelo. La lista de fallecidos incluye 19 empleados de diferentes agencias de las Naciones Unidas, como el Programa Alimentario Mundial, la Agencia para los Refugiados y la Organización Internacional de Migraciones. Los funcionarios viajaban para la asamblea anual del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se inaugura este lunes en Nairobi con asistencia de 4 mil 700 representantes de gobiernos, organismos internacionales, empresarios, periodistas y representantes de la sociedad civil.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se declaró “profundamente entristecido” por las muertes que dejó el accidente. “Mis más sentidas condolencias a las familias y seres queridos de todas las víctimas, incluido nuestro propio personal de @UN, que perecieron en esta tragedia”, tuiteó.
También, entre las víctimas, estaban la esposa y dos hijos de un parlamentario eslovaco, el ultranacionalista Anton Hrnko. En Kenia, el presidente de la Federación de Futbol de este país, Nick Mwendwa, expresó vía Twitter que se trata de un “día triste para el futbol”, y confirmó la muerte del exsecretario general de esta entidad Hussein Swaleh.
El accidente fue similar al ocurrido con el avión de Lion Air, que cayó al mar el año pasado frente a las costas de Indonesia minutos después de despegar, cobrando la vida de las 189 personas a bordo. En ambos casos la aeronave era un Boeing 737 Max-8, que se empezó a utilizar comercialmente apenas en 2017.
La aeronave siniestrada este domingo había aterrizado por la mañana en Addis Abeba proveniente de Johannesburgo. El pasado 4 de febrero de este año había pasado su primera y muy estricta revisión de mantenimiento, según la compañía. Sobre el piloto Getachev, se informó que acumulaba más de 8 mil horas de vuelo y su experiencia era reconocida.