IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
El relativo optimismo de que en cuestión de horas se cerraría la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cambió cuando el gobierno estadounidense puso sobre la mesa un paquete de peticiones por el que se impondrían cuotas al acero, un tema que rechazó la autoridad mexicana.
De acuerdo con fuentes ligadas a la negociación, el representante comercial de Estados Unidos (EU), Robert Lighthizer, presentó a sus contrapartes mexicanas una nueva solicitud por la que se eliminarían los aranceles al acero que actualmente se aplican de 25% y en lugar de ello se incluiría una cláusula al TLCAN por la que se establecerían cuotas.
Si bien desde el primero de junio el gobierno estadounidense cobra aranceles a México, Canadá y la Unión Europea con el argumento de que las importaciones ponen en riesgo la seguridad nacional de EU, el equipo negociador mexicano esperaba que se retirara el arancel en cuanto se firmara el TLCAN. Pero surgió esa nueva propuesta.
A pesar de que el miércoles 22 de agosto pasado el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, dijo que sería cuestión de “horas o días” terminar con la negociación; sin embargo la negociación se complicó ante la nueva propuesta estadounidense.
A pesar de ello, la mañana de hoy jueves el funcionario dijo que siguen trabajando por llegar pronto a un acuerdo bilateral para que se integre Canadá.
Diversos representantes del sector empresarial consideran que podría ser hasta la próxima semana cuando se dé una conclusión bilateral y la incorporación de Canadá a las negociaciones.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos, explicó que pudieran verse resultados el próximo miércoles justo antes de que termine agosto a fin de que se firme el acuerdo por esta administración.
Por ello, los presidentes de la mayor parte de las confederaciones y cámaras viajaron ya a Washington para estar presentes ante la posibilidad de que México y Estados Unidos cierren los temas bilaterales y se incorpore la canciller canadiense Chrystia Freeland. Porque el acuerdo es trilateral y se requiere de la ministra de Canadá, expuso De Hoyos en entrevista.