IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Los distribuidores de autos esperan que el gobierno emita una prórroga del decreto para la importación de vehículos usados, porque el vigente vence el próximo 31 de marzo.
Dicho decreto indica que para importar un auto usado proveniente de Estados Unidos o Canadá libre de arancel, se debe presentar un certificado de origen en el que se demuestre que el vehículo fue fabricado en la región de Norteamérica, lo cual resulta complicado.
A partir del 1 de enero se pueden importar autos usados de cualquier año de antigüedad, como lo marca el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, prevalece el decreto, por lo que los importadores tienen que conseguir el certificado y cumplir con las normas de emisiones contaminantes en el país, además de pagar los impuestos correspondientes dependiendo de la antigüedad del vehículo, para introducirlo de manera legal al país.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo que durante 2018 le pidieron al Servicio de Administración Tributaria (SAT) que ajustara las reglas generales de comercio exterior con el fin de frenar la defraudación en la importación de vehículos usados.
Explicó que los importadores utilizan títulos de propiedad que no cumplen con los estándares del gobierno estadounidense y ante una limitante en la definición de las reglas que aplica el SAT “está permitiéndose la utilización de estos títulos para validar la importación de vehículos declarados como pérdida total en Estados Unidos”.
Esto se hace mediante un cambio del título de propiedad expedido por el vendedor o por el subastador, no por el Departamento de Vehículos Automotores como debe ser. AMDA considera que esta práctica incrementó la importación de autos usados en 2018.
El año pasado se importaron 141 mil 752 carros usados, 14.7% más respecto a 2017. Esta cifra equivale a 10% del total de ventas de vehículos nuevos en el país.
Ante el vencimiento del decreto, muchas organizaciones fronterizas pugnan para que se permita la libre importación de unidades usadas sin arancel y otros requisitos.
Los distribuidores temen que si no se renueva el decreto, el mercado se puede volver a inundar de autos inseguros y en malas condiciones, como ocurrió en 2006 y 2007.
En 2006, se importaron un millón 575 mil 150 autos usados, superando en 435 mil 414 vehículos el volumen de unidades nuevas que se vendieron en ese año. La misma situación se presentó en 2007 y 2008.