IMPULSO/ Luis Ángel Sánchez R.
¡Uf…qué calor…y las autoridades…?
Sin duda, esta discutible eso de responsabilizar a nuestras autoridades por el evidente y ya sensible deterioro ecológico, aunque el punto de partida de la discusión estaría en si son sólo ellos o nosotros también, porque tanto la acción como la omisión de juzgan…debiera al menos.
Y es que si lo ve con objetividad, amable lector, está ocurriendo algo muy semejante a lo que giró –gira- en torno al fenómeno de la obesidad, la diabetes y todos los efectos del consumo de la “comida chatarra”, que mantiene asolada –por no decir muy jodida- a la sociedad mexicana de estos días. Es decir, por ahí de los finales de los setentas y en el pleno de los ochentas y noventas, la la industria de la comida chatarra se detonó exponencialmente. Pan, botanas en general, dulces y refrescos principalmente…todo se incluyó no en la rutina del común denominador en nuestra sociedad sino como elemento fundamental de nuestra cultura, tal y como sucede hasta hoy, y si no me cree considere que en lis estratos más “pobres”, tanto cultural como económicamente es más fácil encontrar refresco y comida chatarra que agua y fruta o nopal, no obstante que de eso sí somos productores privilegiados…
En fin, el caso es que desde ese entonces a la fecha, la industria de la comida chatarra tiene en México un paraíso fiscal, donde cuenta con todas las facilidades habidas y por haber para crecer sin más límite que la corrupción, pero que quede claro no del sistema político-administrativo sino de la cúpula del poder mexicano, integrada por personas como Usted y como el que esto escribe, pero con mayor “suerte” en lo que se refiere a lo que llamamos “poder”, porque no obstante que intelectuales y científicos de la época (80-90´s) advirtieron sobre la obligada necesidad de equilibrar la ingesta de la comida basura con el de una dieta sana y políticas tanto informativas como incidentes en la cultura de la salud a las autoridades de ese entonces y se mantuvieron en esa línea de pensamiento y expresión, nadie les hizo caso como hasta la fecha y para muestra basta un botón; con los efectos del daño ecológico en nuestro país, dónde está el infausto Partido Verde Ecologista, con sus diputados, senadores, alcaldes, etc.; dónde el poder ejecutivo tanto federal como estatal y aún municipal, concientizando a la población de la “obligada necesidad” de adecuar nuestros hábitos en cuanto al cuidado al medio ambiente, es más…dónde estamos nosotros como ciudadanos, que pagamos impuestos y respetamos el Estado de Derechos y pagamos los sueldos e infraestructura de los “personajes” mencionados.
En apretada conclusión, porque el tema daría para mucho más espacio, así como el resultado de la acción omisa de las autoridades mexicanas que no buscaron equilibrar contundentemente el consumo excesivo de comida chatarra y que son responsables, tal cual, de la enfermedad en varias generaciones que aún no se extingue y que sufrimos todos, directa o indirectamente, así ocurre con las autoridades actuales y el daño ecológico…ojalá sea un punto de reflexión y especialmente de acción…¿No cree Usted, amable lector…?…
