Julio 16, 2024
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Entre visionarios y visionudos

IMPULSO/Luis Ángel Sánchez R.

Un chiste clásico del sindicalismo mexicano.

Con esto de que la reforma constitucional en materia laboral ya está aprobada y en proceso para entrar en vigor y más allá de que sea cierto o no que esta “hecha a modo”, para la conveniencia de los gringos –cosa que ya se verá en la práctica-, bien vale recordar uno de esos “chistes serios”.

Estaban reunidos en el estadio Azteca todos los líderes sindicales del país, las “olas” iban y venían, así como los refrescos y las tortas, tanto para los líderes sindicales que estaban dentro del estadio de futbol como para sus respectivos “contingentes” de trabajadores afiliados…se sentía un ambiente de verdadera celebración, eufórica, pletórica, ruidosa…muy a la mexicana; y todo esto porque el líder máximo del sindicalismo en México…digamos “Juan Pérez”…, daría un aviso a la comunidad sindical y por tanto trabajadora del país que, según se sabía, habría de innovar en materia del funcionamiento de sindicatos…” como nunca se habría imaginado la humanidad…” –decían la voces entre los corrillos políticos y algunos periodistas peregrinos que “tenían la exclusiva”.

El caso es que estaba a todo lo que daba el estadio Azteca y parecía que la euforia, tal cual, como si se tratara de un dios griego, había encarnado en forma de miles y miles de personas gritando y vitoreando al líder máximo que, al más puro estilo de los Tlatoanis del México originario, de vez en vez se levantaba y saludaba a la multitud generando más ovaciones y, por supuesto, la competencia entre porras, que con gallardetes y mantas le decían al líder “aquí estamos y venimos de …tal parte”.

En fin, el maestro de ceremonias dio el anuncio del inicio formal del evento, se cantó el Himno Nacional y se presentó a las principales personalidades que acompañaban al líder máximo…lueo de algunos minutos (como una hora, según marca la costumbre en nuestra cultura política), y pasadas las intervenciones naturales de los principales líderes del resto del país, el líder máximo tomó el micrófono y empezó a decir: “…hemos logrado lo que nunca se había imaginado en lo que respecta al sindicalismo, no solo en México sino en el mundo…nuestro país marca la dirección en este importante ámbito de la vida del hombre, tal y como nos ha indicado nuestro compañero más ilustre, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos…el Señor licenciado ….-Benito Bodoque, por decir un nombre- ¡…y este logro, compañeros trabajadores, consiste en que el trabajador sindicalizado mexicano sólo laborará un día al año y cobrará lo que le correspondería por el trabajo del año completo…!

Las porras y gritos se desbordaron inundando no solo el espacio del estadio de futbol sino la ciudad entera,  fue tal el estallido que parecía que se estaba desbordando el mar en ese lugar…

No obstante, un personaje de la oposición (más que sindicalista principalmente partidista), tomó intempestivamente la palabra para decir: “…¡Muy bien, compañero, le felicitamos por ese logro pero…ya verificó que ese único día en que los trabajadores vamos a laborar…no caiga en día feriado…?  [email protected]