IMPULSO/Luis Ángel Sánchez R.
Que se aplique el Derecho…no la justicia.
Artículo
Una de las cloacas más hediondas de nuestra realidad mexicana se destapó…”al taparse los ductos de Pémex”…y, naturalmente, el país entero apesta, la peste de la corrupción se percibe hasta sin oler y sí, todos o la gran mayoría aplaudimos esta medida tomada por nuestro Presidente…vaya, aplaudimos el tener a un efectivo Jefe del Ejecutivo Federal; sin embargo y en congruencia con ello hay algo que salta obligadamente a la vista, a la atención…las consecuencias para los corruptos.
No es, de ninguna manera que me una a las voces que “piden sangre”, por simple y enfermizo morbo, sino que me integro sin duda a quienes elevamos la voz para recordar y subrayar que el Estado de Derecho en México, logrado tras 200 años de lucha no solo política sino también intelectual y jurídica, no es que “exija justicia”, como lo hiciera una turba de ofendidos, esto es, con o sin razón, no, sino que la exigencia de la aplicación del Derecho, es decir de lo contenido en el marco jurídico mexicano y todo lo que ello conlleva, es un acto obligado que esperamos realice el titular del Ejecutivo Federal como tal, es decir, no como Andrés Manuel López Obrador, sino como el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, tal cual o bien, en su calidad de titular del Ejecutivo Federal, por más repetitivo que suene, porque es de insistir en que no es una persona solamente, es una figura de naturaleza político-jurídica dentro de un sistema de gobierno que de no ser respetado pues, tan simple, debiera ser cambiado, ya sea con un Congreso constituyente o alguna medida jurídica…que para eso la lucha en México ha logrado instituciones de servicio público.
Claro está, cualquier voz aun medianamente informada diría al respecto: “En eso está AMLO, con lo de la Guardia Nacional y con el enfrentar a los guachicoleros y con lo de la disminución de sueldos y demás…”.
Y sí, tendría que responder que sí en efecto, el Presidente está armando su propio Estado a partir del estado que recibió como Presidente, y qué bueno que lo haga, porque si se le dio la confianza debe dársele el poder para hacer, sin duda, pero el punto fundamental del presente planteamiento radica en el respeto al actual Estado de Derecho específicamente a llamar a rendir cuentas a los personajes de la anterior administración, desde el titular del Ejecutivo anterior, es decir desde el ex presidente Enrique Peña Nieto e incluso sus predecesores Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo y hasta Carlos Salinas de Gortari, hasta a los colaboradores de más ínfimo rango de sus respectivos equipos porque, de no ser así, se tendría que aceptar una forma de “perdón” o mejor dicho de impunidad a estos personajes de nuestra historia y con ello se tendría que elevar a rango constitucional aquello de que la aplicación del derecho se realiza en México sólo para quienes carecen de relaciones políticas o dinero suficiente para comprar “los favores de las autoridades judiciales”, esto es, para los jodidos.
Seguramente coincidirá con quien esto escribe, amable lector, en que tan delincuente es el que se roba un chicle en un puesto de dulces en la calle, como el que roba a toda una nación desde un puesto de elección popular. Sin duda que son dos tipos de delincuentes diferentes y por tanto con castigos merecidos diferentes pero, si sólo hay castigo para uno y no para el otro en esta cuarta transformación para México…entonces mejor no hablemos ni de política ni de derecho ni de instituciones ni de Presidente…mejor eliminemos todo eso y hagamos una nueva religión para los mexicanos de este tiempo…¿No?
