IMPULSO/Luis Ángel Sánchez R.
Artículo
La “hora de la verdad”, en la cuarta transformación.
Así como la humanidad vive una nueva era en todos los sentidos, en México ya vivimos una nueva era, al menos en lo político-gubernamental.
A nivel federal, el nuevo Presidente ha realizado más cambios-acciones en un mes de mandato que administraciones enteras a lo largo de su duración; en el Poder Legislativo y el Judicial, tanto federal como estatales, ya se están evidenciando nuevas direcciones en sus acciones; en las entidades ya se ven efectos de esos cambios tan prometidos en las recientes campañas electorales y en los municipios mexiquenses específicamente las nuevas administraciones ya tomaron protesta como tales y están a días de tomar posesión …ya todo está funcionando con los nuevos personajes y aunque es “la misma maquinaria”, ésta se va modificando poco a poco, al menos en la forma hasta ahora.
De hecho y si se ve con objetividad, con el gobierno actual los mexicanos estamos momento a momento en ese constante “momento de la verdad”, porque día con día se van dando acciones de la nueva clase política porque así nos mantienen, unas para bien y otras no tanto, es decir, unas alentadoras y otras no, pero estamos en una constante expectación obligada porque…son nuevos tiempos políticos –y yo diría que hasta sociales-culturales- y cada evento o declaración son verdaderos acontecimientos.
Claro, hay quien dice que esta “euforia amloísta” pronto desaparecerá o que se irá diluyendo conforme se vaya diluyendo la expectativa que causan las palabras y actos de nuestro titular del Ejecutivo Federal y la nueva clase política en el poder; sin embargo, eso sólo lo dirá el tiempo y el resultado de los acontecimientos aunque, lo que salta a la vista de manera obligada es el papel que jugará la sociedad mexicana en esta cuarta transformación, el ciudadano, si se quiere ver de manera un tanto formalista, porque si bien es cierto que quien dirige es el gobierno, también lo es que si lo hace mal y “nadie” lo señala o denuncia, ese “nadie” es corresponsable, por no decir cómplice del gobierno.
Queda claro que no es el espacio idóneo para plantear conceptos y disertaciones sobre temas o cuestionamientos académicos y teóricos, pero partiendo del conocimiento objetivo y no de ocurrencias –como suele ocurrirle a muchos -, es el ciudadano el que termina por determinar el equilibrio de la balanza…¿No fue así en el caso de las elecciones en las que ganó la Presidencia de la República el panista Vicente Fox y luego su compañero de partido Calderón, tras más de medio siglo de priísmo…y luego, nuevamente el priísta Enrique Peña…y luego de él –ahora- el “morenista”, Andrés Manuel López Obrador?…
Bueno, ahora se verá qué tanto sigue participando el ciudadano mexicano no solo por su beneplácito hacia AMLO o su animadversión hacia el PRI, sino por ese amor a México en esta cuarta transformación…¿No?
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