IMPULSO/Luis Ángel Sánchez Rodríguez.
Algo sobre más sobre los migrantes.
Con esto del fenómeno de la repentina e intempestiva migración de centroamericanos, principalmente hondureños, a nuestro territorio, “persiguiendo el sueño americano”, no han sido pocas las posturas través de los medios de comunicación, tanto a favor como en contra, con filias y fobias evidenciadas e incluso y hasta, se podría decir, con ese común denominador de desconfianza en la autenticidad de intenciones de los protagonistas de dicha situación.
Al respecto de ello, de un posible “compló” hacia México, vale citar como dato ilustrativo que a principios de los 80´s, el gobierno cubano permitió la salida de 3 mil embarcaciones de sus costas rumbo a Norteamérica, siendo al menos una cuarta parte de los 125 mil cubanos que llegaron a las costas gringas, ex presidiarios y personas con enfermedades contagiosas; la administración del presidente Carter tuvo que “alojar” a los mirantes, porque así lo determinaban los tratados internacionales de los que era parte el gobierno de los Estados Unidos; algo semejante a lo que se está viviendo en el caso mexicano actual, guardando las proporciones, naturalmente, pero de manera cercana. El resultado de los hechos citados fue una explosión demográfica y una contaminación urbana muy graves para los Estados Unidos, al principio en una zona específica y con el tiempo en todo su territorio, particularmente en el sentido de que fue en ese entonces cuando el crimen organizado dirigido por centroamericanos se detonó de manera exponencial.
Ahora bien, ya instalados en varios puntos del territorio nacional, los migrantes no solo ya son parte del escenario urbano mexicano, sino protagonistas del acontecer en México; ejemplos de ello ya hay varios, desde señalamientos de comerciantes oaxaqueños en el sentido de que han sido extorsionados por migrantes, hasta la noticia de que ya 546 personas de origen centroamericano ya recibieron dos misl. Doscientos sesenta y dos pesos como pago por su trabajo en e4l mantenimiento de infraestructura urbana en el estado de Chiapas, pagado por supuesto por el gobierno de esa entidad, bajo el slogan del programa llamado “estás en tu casa”.
Claro está que no solo por ser lo “política y periodísticamente correcto de decir”, la primer idea que surge al respecto es “qué bueno que en el caso mexicano se esté mostrando mayor humanismo hacia los hermanos centroamericanos que en el caso norteamericano hacia los compatriotas mexicanos, pero, siendo honestos, esta situación o es el inicio de una verdadera y efectiva dirección distinta en lo que se refiere a políticas públicas o será, sin duda, la mayor vejación de un gobierno mexicano hacia su pueblo.
Afortunadamente está latente no solo el amplio beneficio de la duda al respecto por parte de los ciudadanos, sino “la esperanza de México”…en lo que todos queremos sea en efecto su “cuarta república”, es decir, su cuarto replanteamiento jurídico y político en busca de una efectiva mejora de condiciones de vida, y en ese sentido es de subrayar, para todos aquellos que se encuentren en nuestro país, para absolutamente todos, pero en especial para los mexicanos…¿No cree Usted, amable lector?
