Julio 16, 2024
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ENTRE VISIONARIOS Y VISIONUDOS.

IMPULSO/Luis Ángel Sánchez R.

La cuarta república mexicana ó el gobierno de AMLO.

P.D.

Bien y con verdad, creo, asegura la sociología que son los eventos y no el tiempo lo que marca las etapas históricas de una sociedad, y en el caso mexicano, si se ve con objetividad, esta expresión que se ha venido dando en usar de “la cuarta república mexicana”, resultaría  un ejemplo claro de la veracidad de dicha premisa.

Y es que si se ve con objetividad, la historia mexicana bien se puede apreciar desde la perspectiva de tres hechos fundamentales que han servido, efectivamente, de fundamento para el México de hoy: el movimiento de Independencia de la primera mitad del 1800, en el que en efecto se funda la “primer república mexicana”, por así decirlo; el movimiento de la “Reforma Juarista”, que con su replanteamiento jurídico y político,  el gobierno mexicano genera, según coinciden historiadores, juristas y politólogos destacados, una segunda república mexicana; y, luego de la Revolución mexicana, con la constitución de 1917, la concepción de la nueva república en México, considerada naturalmente como la “tercer república en el México moderno”, que, acomodando con intención los conceptos y las conceptualizaciones, vendría a redundar en lo que ahora muchos han llamado “LA CUARTA REPÚBLICA MEXICANA”.

Sin duda que por los grados y casos no solo de corrupción a los que hemos llegado en el México de hoy, sino a los de cinismo, que no es lo mismo y es mucho más grave, resulta más que deseable, necesario, imperiosamente necesario que se dé alguna forma de cambio en la dirección de nuestro gobierno y no sólo de forma, claro está, sino de fondo, siendo ahí donde el concepto de “LA CUARTA REPÚBLICA”, salta poderosa y obligadamente a la vista y la atención, porque no es sólo una novedad que surge, luego de la elección recientemente vivida, sino el producto de todo un proceso evolutivo, de progreso político en México, que no por ser demasiado amplio y por tanto difícil de describir en este espacio, se puede dejar de considerar como algo de gran importancia.

Porque, objetivamente, si se ve con objetividad, no es sólo el hecho de que haya llegado a la presidencia Andrés Manuel, sino el que se le haya ganado al PRI en las urnas; claro, esto ya había pasado, se podría decir con verdad, aludiendo al triunfo de Fox y Calderón; no obstante, hay algo a destacar, ninguno de ellos –e incluso pocos presidentes emanados de las filas priistas- logró la legitimación que obtuvo AMLO en las urnas y el efecto que ha logrado en la población luego de las elecciones,  ni el que ha generado por sí mismo, aún sin tomar las riendas formalmente del país que, como es por todos visto, ya una dirección de facto, de hecho, en la que el PRI y sus actores, incluyendo al “Presidente” Peña Nieto, ya no son ni noticia ni tema, lo cual evidentemente les beneficia más a ellos que a la opinión pública, por aquello de la impunidad; pero de todo ello lo cierto es que, como en pocas veces en la historia de México, ha quedado y queda algo en claro: los mexicanos tenemos en Andrés Manuel López Obrador un jefe político.

Ahora bien, insisto y aclaro mi postura, es deseable la cristalización de una CUARTA REPÚB LICA en México, a la luz, claro está del derecho por sobre la política, no de la política sobre el derecho, pero considerando que ello se irá viendo con resultados y, como es entendible, será producto de la participación de todos, lo que realmente importa en este momento es la parte nodal del Estado, es decir, la ciudadanía. De ahí la pregunta: ¿Está en puerta la fundación de la CUARTA REPÚBLICA MEXICANA, donde participaremos todos, absolutamente todos los mexicanos, desde nuestras respectivas trincheras o, simplemente, estando los ciudadanos como espectadores, será el gobierno de Andrés Manuel López Obrador? 

P.D. Las mayores felicitaciones y agradecimiento a esta casa periodística, por ser un espacio  para la verdad y una tribuna para quienes aportamos con nuestro verbo por un mejor presente para las generaciones venideras.