IMPULSO/ Luis Ángel Sánchez R.
En este planeta de animales
En este hermoso planeta, los humanos deberíamos aprender de las demás especies el concepto del respeto.
Porque visto objetivamente no se puede negar que la única especie animal que ha extinguido a otras especies y depredar inmensos espacios geográficos, es el hombre y no por su “inteligencia” –como se cree comúnmente-, sino por su “simple” capacidad de transformar su entorno.
Y aunque pareciera cosa menor, en cuanto a nuestra realidad local, es de citar que desde agosto, en que se reformó el Código Penal mexiquense, para castigar a quienes maltraten a cualquier otra especie animal –ya no solo a sus congéneres- se han presentado en la entidad un total de cuatrocientas denuncias ante la Procuraduría del Medio Ambiente, según su titular que declaró lo anterior en reciente entrevista , habiendo sido de esa cantidad –según aseguró-, un diez por ciento turnadas al Ministerio Público para su seguimiento y la aplicación de la sanción correspondiente.
Pero aunque suene a ´cosa menor´ ante la grave situación que significa esa “conflictuada” relación que llevamos con nuestros hermanos de planeta, siendo honestos y objetivos, es un gran avance y hasta logro, se podría decir, que en la realidad mexiquense de nuestros días haya una sanción posible para quienes maltraten a otras especies animales, de dos a seis años de cárcel o de 40 a 300 días de salario mínimo en lo que toca a sanciones administrativa, digo, algo es algo; pero no está de más, ojalá y nunca lo esté para nadie, resaltar que es fundamental reforzar no las penas, como acción o reacción correctiva ante un fenómeno dañino, sino las acciones preventivas.
Y es que si no se pierde la objetividad y la visión, de VISIONARIOS resulta prevenir y solucionar problemas, no mantenerlo o administrarlos, como ocurre con los VISIONUDOS; este tema, el del maltrato a los animales y todo lo que gira en su derredor, uno de los puntos nodales de la evolución humana, del progreso como colectivo humano, como sociedad e incidencia lo individual; porque de verdad que es muy grave esa realidad en la que una persona, un ser, daña de cualquier manera a otro, sin la necesidad de hacerlo, como ocurre con todas las demás especies animales que habitan nuestro planeta, que solo atacan por defensa o necesidad, vaya, por sobrevivencia.
El concepto y concepción, la práctica efectiva -por supuesto- del humanismo y todo lo que conlleva no solo no es letra muerta, al contrario, es todo un pendiente humano, una asignatura de vida que sigue pendiente, latente para todos, en tanto que la triste realidad muestra que los pendientes que atienden nuestras autoridades en México, como en todo el mundo, están ligadas al poder cupular, al de tener, no al de ser.
