IMPULSO/ Luis Ángel Sánchez R.
Lo que realmente importa sobre la fuga de “El Chapo”
Mucho se puede y debe decir al respecto, pero lo que llama poderosamente la atención es el cómo cualquier pretexto es ocupado por las autoridades gringas para ofrecernos apoyo técnico y de recursos en temas vinculados con el narcotráfico, tal y como ha hecho con otros países a los que ha invadido con ese modus operandi.
Y es que, como se recordará, con esto de que se ha auto-designado como el “policía del mundo”, el Gobierno norteamericano, con acciones y palabras, ha cometido desde sus orígenes una serie de vejaciones sobre culturas y países, a quienes nadie ha defendido y que no se pudieron -pueden- defender, ya por falta de recursos, ya por sus altos índices de corrupción y, claro está, porque los intereses gringos siempre llevan por delante los poderosos efectos del “billete verde”.
El caso más claro y significativo de los alcances de la perversión del Gobierno de nuestros vecinos del norte (que no de los norteamericanos, para no caer ni en excesos ni en omisiones imperdonables), está en lo ocurrido en Panamá, cuando, por un tema de narcotráfico, los Estados Unidos de Norteamérica, tal cual, ocuparon militarmente en 1989 ese país para detener a su presidente, Manuel Antonio Noriega, insisto, por un cargo de narcotráfico, violando cuanto derecho asiste a los países, de acuerdo al Derecho internacional y al más elemental sentido del respeto a la libertad de los pueblos.
El resultado de aquello la historia lo tiene registrado y sin duda la conciencia del mundo, aunque no lo cite, como es natural ante lo vergonzante; pues lo que siguió a esa conquista fue el silencio de los organismos internacionales pro-derechos humanos, en especial de la ONU; la ganancia norteamericana por el uso del ´canal de panamá´, a costa del sometimiento de todo un país y la tradicional impunidad de la que gozan los gringos, que si bien les ha permitido ser el gobierno más poderoso del mundo, también así el más odiado y temido con justa razón.
De hecho, y a partir del tema del “Chapo”, lo que se antoja realmente importante es mantener la atención ante la voracidad leonina del gobierno norteamericano, siempre latente y a la espera de pretextos, y más aún ante la debilidad de principios de las cúpulas mexicanas; total, un personaje más o menos del infausto mundo del narcotráfico, no es noticia más que para quienes gozan del morbo en ese tema.
