IMPULSO/Eliseo Lugo Plata
La caída de MORENA
ORIENTE: La presente elección me recuerda unos comicios que se vivieron en el Estado de México en 1990. En aquella ocasión, la elección era para alcaldes y diputados locales -la de hoy es para gobernador-, pero hay algo que identifica a ambas: la participación de un nuevo partido.
En aquella ocasión, el cardenismo había dejado honda huella en el estado en la elección de 1987, en la que Carlos Salinas de Gortari perdió en la entidad, elección que todo el país debe recordar porque “se cayó el sistema”.
Al llegar el año 1990, el cardenismo se había convertido en el Partido de la Revolución Democrática y los ojos de todo el país estaban puestos en el Estado de México. Se hablaba de que sería el PRD el que arrasaría en la mayor parte de los municipios.
La prensa apostaba por el PRD y no daba un cacahuate por el PRI, sin embargo, la sorpresa fue muy grande, pues el PRI arrasó, llevándose cerca de 115 municipios de los 121 que había entonces.
El ánimo de que ganaría el PRD fue resultado de una campaña mediática de López Obrador y sus apóstoles, que hicieron creer a la opinión pública que lo tenían ganado.
OCCIDENTE: Hoy, está pasando exactamente lo mismo, Andrés Manuel López Obrador y sus publirrelacionistas se han encargado de animar a la opinión pública a pensar que ganará la “maestra” Delfina Gómez, sobre todo en las redes sociales.
Para la noche del domingo próximo, el desengaño será grande con el triunfo que seguramente se llevará el PRI con más de cinco puntos de diferencia con su más cercano perseguidor.
Las encuestas ubican al PAN en el tercer lugar, pero hay muchas posibilidades de que vuelva a ocupar el segundo lugar.
Encuestas van y encuestas vienen, pero todos sabemos que las empresas que las hacen están al servicio del mejor postor, como la que publica hoy el diario Reforma, la cual da el gane a Delfina Gómez por un punto, suficiente para que López Obrador diga que hubo fraude.
SEPTENTRIÓN: Por lo que respecta al candidato o ex candidato óscar González Yáñez, ya tiene la justificación para señalar que, si votaron muy pocos por él, es porque una gran mayoría de votantes se fue con Delfina Gómez.
Óscar González no es tonto, sabe que estaba haciendo el ridículo y se habrá de notar más el día de la elección, por ello decidió irse en apoyo de MORENA y, de paso, amarra el hacer alianza con este partido para el año que entra y no perder su registro.
MEDIODÍA: La derrota de Delfina Gómez se aprecia en las actitudes de Andrés Manuel López Obrador, pues sus propias encuestas se lo han dicho, de allí su insistencia en que Juan Zepeda declinara a favor de la maestra.
La baja de MORENA se debió a que la corrupción del PRI vino a ser una especie de parodia comparada con la corrupción de Delfina Gómez, Eva Cadena y Rocío Nahle. [email protected]
