IMPULSO/ Eliseo Lugo Plata
Políticos cínicos
ORIENTE: Nunca había visto tanto descaro como el que se está dando en los mensajes que algunos candidatos al gobierno del Estado de México están haciendo. Una vez, un político me dijo que aprendió hacer política hasta que aprendió a ser cínico.
Y creo que Delfina Gómez, Josefina Vázquez Mota y Oscar González son los más cínicos y descarados políticos que he visto. Delfina Gómez se llena la boca de decir que va a acabar con la corrupción en el Estado de México, situación que sorprende, porque de ser corruptos se trata, ella es campeona.
La corrupción comienza cuando la autoridad permite y es protagonista de actos y hechos que están fuera de la ley, y estos se hacen con premeditación, alevosía y ventaja.
Aceptar a toda su parentela y la de Higinio Martínez Miranda en la administración pública de Texcoco, en su época de presidenta municipal, no tiene otro nombre que el de corrupción. Más aún, darse un bono de cuatrocientos mil pesos en un municipio de bajo presupuesto, quizás no se llame corrupción, pero es no tener madre.
OCCIDENTE: Por lo que toca a Josefina Vázquez Mota, también se llena la boca en señalar que va a acabar con la corrupción y es el prototipo de la corrupción en México, pero además, de las políticas más cínicas que existen.
En primer lugar, no ha podido explicar, a plenitud, donde quedaron los 900 millones de pesos que recaudó para los indocumentados; y en segundo lugar, no ha podido justificar los excesivos gastos que tienen sus hijas en tantos viajes al extranjero, y la compra de ajuares millonarios en Paris, Londres y Nueva York.
Por otro lado, los dirigentes y miembros de organizaciones empresariales como CANACO, CONCAMIN, CANACINTRA y otras, se mueren de la risa cuando promete la creación de 10 mil empleos al año, y a la vuelta de la casa de cada desempleado.
Para acabarla de regar, no es cierto que Josefina Vázquez Mota haya acabado con 40 millones de pobres. Las despensas que repartía en SEDESOL no sacan de pobre a nadie.
SEPTENTRIÓN: Por lo que respecta a Oscar González Yáñez, es el prototipo del político corrupto; y su cinismo es tal que también dice acabar con la corrupción. Si él llegara a ser gobernador y decidiera meter al bote a los corruptos, se encerraría así mismo.
Su historia es digna de llevar a la pantalla, para dar a conocer su “storytelling”, desde que era chofer de una combi pesera en la Ciudad de México, hasta llegar a vivir en una de las residencias más exclusivas (para millonarios) del estado de México y ser el abanderado de los trabajadores.
Si cada uno de los candidatos pasase por un detector de mentiras, con Oscar González Yáñez no solo se comprobaría que es un pinocho, sino que el propio detector se descompondría.
MEDIODÍA: El caso de Isidro Pastor no ha suido más que un show para el que se ha prestado el Instituto Electoral del Estado de México. Cuando el Tribunal Electoral del Estado de México y el Tribunal Federal Electoral le estaban negando su registro, el IEEM estaba distribuyendo la papelería oficial para las votaciones, incluidas las boletas, con la figura de Isidro Pastor Medrano.
¿Acaso no es este un acto de irresponsabilidad del propio Instituto Electoral del Estado de México? Apenas la semana pasada emitió un comunicado en el que informaba que la papelería ya se estaba distribuyendo a la Juntas Electorales.
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