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Los “zánganos” de la UAEM

ORIENTE: El día de ayer, el colega Ángel Díaz del Río escribió un artículo de opinión en el que daba a conocer los nombres de las personas que se han dedicado a tratar de desestabilizar a la Universidad Autónoma del Estado de México, a los que llamó “zánganos”, al referirse a Fermín Carreño Meléndez y a Augusto López Velasco.

 

Me llamó la atención que hubiese usado la palabra “zángano”, pues no es muy usual en el argot periodístico, político o académico, aunque sí en el científico.

Me explicó que el zángano es la abeja macho en una colmena y se desarrolla en celdas más grandes que las abejas obreras y procede de huevos sin fecundar y aunque tiene una tarea que realizar dentro de la colmena, muchos de éstos no lo hacen, es decir, son flojos.

Además de fecundar a la abeja reina, el zángano tiene la obligación de alimentar a las obreras, que son las que trabajan. Por lo general, cada zángano alimenta a un promedio de cincuenta abejas.

OCCIDENTE: Una gran mayoría de zánganos no cumplen con su tarea, es decir, no alimentan a las abejas obreras y es precisamente cuando las mismas abejas expulsan de la colmena a los zánganos, muriendo éstos de frío o de hambre, pues no son capaces de buscar refugio o proveerse de alimento.

Las abejas reinas los toleran hasta la fecundación, pero después de ello mueren. En síntesis, el zángano es aquél que no es productivo y es precisamente a lo que se refiere Ángel Díaz del Río cuando escribe sobre Fermín Carreño y Augusto López, el primero, coordinador del Centro de Estudios e Investigación el Desarrollo Sustentable de la UAEM, y el segundo, su ayudante.

SEPTENTRIÓN: Las abejas han sido, desde el Instituto Literario de Toluca, un emblema de la Universidad, por ello es que en el escudo de la institución hay un panal y abejas que vuelan en torno a él, que simbolizan el trabajo del hombre.

En este contexto, la Universidad Autónoma del Estado de México es una especie de colmena donde sus alumnos son obreros y obreras, y sus trabajadores son los zánganos que aportan el alimento, que en este caso sería el conocimiento para el educando.

Sin embargo, de pronto, aparecen los zánganos como Fermín Carreño y Augusto López, quienes no producen más que problemas, sobre todo cuando hay cualquier brote de inconformidad, como el reciente de la Preparatoria 3, donde se manifiestan sin saber por qué, pero se manifiestan.

MEDIODÍA: En este caso, como a los zánganos que no producen absolutamente nada, como es el caso de Fermín Carreño y Augusto López, el rector Jorge Olvera García o el propio Consejo Universitario, debería echar de la universidad a estos zánganos para que padezcan las consecuencias.

En el Centro de Estudios e Investigación el Desarrollo Sustentable de la UAEM, la principal tarea es la de la investigación, pero es el área de la universidad que menos produce y que no cumple con su objetivo, a pesar de los altos sueldos que perciben ambos personajes. Éste es el lado flaco de la universidad. [email protected]

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