IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad de México
En febrero de 1976 fueron avistadas varias luces voladoras que producían quemaduras a los lugareños, a los animales y en los árboles en la zona conocida como la estancia La Aurora de Salto, en Uruguay.
Tiempo más tarde fue visto un gran objeto esférico color blanco que iluminó el sitio en la noche, dejó quemada la zona del avistamiento y mató a los animales que se encontraban en la zona, así lo reportaron los dueños del lugar, la familia Tonna Ratín.
Una estancia que a partir de ese momento se convirtió en zona de peregrinación de cientos de personas que llegan de todo el mundo con el objetivo de entrar en contacto con presuntos “seres extraterrestres” o ver un “plato volador”.
La Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos No Identificados (CRIDOVNI) creada en 1979, investigó y llegó a la conclusión de que había sido un “rayo bola”; por eso se encontró el terreno quemado y animales muertos.
Nuestro entrevistado, el coronel en retiro de la Fuerza Aérea de Uruguay, Ariel Sánchez Ríos, dijo:
“Nosotros concurrimos al cabo de tres años allí, nunca encontramos nada anormal. A lo largo del tiempo hemos ido más de diez veces motivados por las denuncias que existen todavía y lo que hemos estudiado no nos demuestra que haya nada anormal”.
El ex coronel, quien actualmente es Presidente Emérito de la CRIDOVNI, mencionó que “sí se han visto luces nocturnas, aseguran los testigos que obtienen sus evidencias con cámaras digitales; uno puede hacer fotos nocturnas y salen a veces esferitas pequeñas luminosas que son microgotitas de humedad que son reflejadas por el flash de la máquina”.
Añadió: “Son fenómenos lumínicos manifestados a través de la fotografía que la gente a veces no los conoce y nosotros mismos, a medida que va avanzando la tecnología nos vamos interiorizando de ese tipo de manifestaciones a través de la fotografía o la filmación. Lamentablemente nosotros nunca hemos comprobado el fenómeno. Nos gustaría y estaríamos muy contentos si pudiéramos comprobar ‘in situ’ el fenómeno”.
El lugar cobró mayor trascendencia cuando el primer hombre en pisar la Luna, Neil Armstrong, visitó en dos ocasiones el lugar como representante de la revista Newsweek, investigando las denuncias de avistamientos y fenómenos extraños, pero “nunca como representante de la NASA. Es por eso que se dice que la Agencia Espacial de Estados Unidos vino a investigar, pero no es cierto”, aclaró tajantemente el coronel Sánchez Ríos.
Al 2016 son cientos de personas que llegan a este lugar motivados por la gran difusión que tiene la zona por los constantes avistamientos.
Y aunque las autoridades de la Fuerza Aérea no han logrado darle una respuesta y observarlos, la ciudadanía tiene cientos de historias sobre los diversos fenómenos anómalos que se presentan según se afirma, de una civilización extraterrestre que desea contactar con los humanos.
La CRIDOVNI junto al Centro de Difusión Aeronáutico y Espacial de aquel país, ha contribuido a fijar la posición del Estado uruguayo ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), respecto al Derecho Internacional relacionado con la existencia de vida extraterrestre, y las posibilidades de comunicación con ellas, algo que ha llamado la atención a nivel internacional, cabe recordar que fue en noviembre de 1978 que se llevó el tema de los Ovnis al pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la mano del Primer Ministro de Granada, Sir Erick Gairy, pero lamentablemente la Unión Americana cabildeó con diversos países para que no apoyara la iniciativa de crear una oficina multinacional para la investigación del fenómeno.
Glosario
CRIDOVNI: Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos No Identificados creada en 1979.
Ariel Sánchez Ríos: Coronel en retiro de la Fuerza Aérea del Uruguay y director emérito de la CRIDOVNI
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