IMPULSO/ Carlos Ravelo Galindo
Una utopía (1)
Por supuesto que el ferrocarril de Tehuantepec, amén de una ilusión, que menciona el actual mandatario en Oaxaca, tendría otra connotación. Acaso el ¿gran desafío político y económico? o una utopía.
Para hablar del tema recurrimos a los archivos de nuestro amigo Fernando Calderón Ramírez de Aguilar. Y con su ayuda, obviamente, logramos desenterrar parte de esa historia.
En los gobernantes periódicamente vuelve a brotar la idea de realizar algo nuevo, algo diferente a lo ya hecho y logrado por los anteriores hombres en el poder transitorio.
Quizás ello ocurra por amor o quizás por el deseo de pasar a la posteridad con un buen nombre entre la gente de su origen. Lo creerá Pepe Murat hijo, quién sabe.
Lo importante es que un sueño acariciado desde hace mucho tiempo por muchos vuelve a surgir en la palestra del pensamiento político y socioeconómico: comunicar el Océano Pacífico con el Golfo de México, desde luego sólo por vía terrestre.
La vía marítima a través de un canal, sería una necedad y nos entregaría a los estadounidenses ambiciosos de siempre.
Nos hemos salvado de milagro. Así lo vemos y lo sentimos al examinar los antecedentes y sucesos que se han suscitado en los países que han tenido lo que creyeron sería una fortuna inagotable y ha resultado una desgracia.
Baste sólo saber lo que viven quienes se albergan en el Canal Suez o en el Canal de Panamá y como se han dividido los países por ese solo hecho.
Partir en dos a México sería inaudito.
A un siglo de la primera activación del ferrocarril durante el régimen de Porfirio Díaz, la región del istmo de Tehuantepec continúa con problemas similares a los que había entonces, aunque al parecer de menor intensidad.
En la actualidad la región del istmo tiene más de 600,000 habitantes, 48 por ciento de los cuales corresponde al sexo masculino. La población tiene cierta inestabilidad a partir de los 19 años y se convierte en un grupo potencial de migrantes.
Tiene la fortuna de tener tierra muy adecuada para la ganadería y la producción agrícola, por lo que es posible sembrar y cultivar maíz, frijol, diferentes variedades de chiles, sandía, melón, piña, coco, caña de azúcar, sorgo, cacahuate, ajonjolí y café.
Además una variedad de árboles frutales, sobre todo mango y tamarindo.
Se fortalece con la pesca, principalmente del camarón, y una industria mezcalera, una mas dentro de las que cuenta el estado de Oaxaca.
También un sin número de minas de cobre, plata y oro. Cuenta con una zona eólica y una maderera ambas muy importantes. Como fábricas de cemento y cal, así como yacimientos de petróleo y una refinería en Salina Cruz y otra en Coatzacoalcos. Ésta en Veracruz.
En el sector primario se ubica 44 por ciento de la población económicamente activa, 24 por ciento en el secundario y el resto en el terciario. craveloygalindo@gmail