IMPULSO/ Carlos Ravelo Galindo
¿Y los alimentos transgénicos?
Luego de la charla que el MVZ Francisco J. Gurría Treviño, coordinador general de ganadería de la SAGARPA, ofreció a periodistas y escritores del Club Primera Plana, vale la pena hablar nosotros de los alimentos transgénicos.
Es indudable que el hombre ha entrado en una etapa conflictiva para mejorar el medio ambiente y solucionar los graves problemas que aquejan a la humanidad en este siglo XXI.
Son causados por la explosión demográfica que ya parece incontrolable, sobre todo en las naciones del tercer mundo ubicadas en diferentes áreas del globo, mismas que no son capaces de solucionar dichos problemas.
Los países del “primer mundo”, para no decirles mundistas declaran irresponsablemente que para ellos no hay problema, y que seguirán en su misma línea, aprovechándose desde luego de lo que producen o extraen del subsuelo los países del tercer mundo.
Hay un hecho incontrovertible: la ciencia y la tecnología con resultados benéficos no son para todos ya que son sólo para los poderosos que tratan de sojuzgar al mundo.
Y las sobras las vierten sobre los demás países, México entre ellos, incluso a sabiendas del daño que pueden causar.
No legalizan lo ilegalizable. No luchan contra la pobreza, la hambruna, la contaminación ambiental y la corrupción. Sólo con su burda propaganda aturden a la masa de los países en vías de desarrollo. No les importa lo que pase, siempre y cuando fluya el dinero a su favor.
Ya lo han demostrado múltiples autores como el recién fallecido Giovanni Sartori.
El médico Fernando Calderón Ramírez de Aguilar también habla al respecto. A petición nuestra, abunda. Como INEGI, que precisa datos.
Nos dice que México, en donde la superficie de terreno cultivable sólo es de alrededor de 12 a 14 por ciento de su área geográfica, es un país que difícilmente puede ser autosuficiente para alimentar a sus habitantes. Necesita importar alimentos y materias primas que producen o importan los poderosos, y a sufrir las consecuencias de consumir productos inadecuados.
Además, es un país con alto riesgo de ser usado para los experimentos agrícolas que se le ocurran a los privilegiados. Ni evitar el daño a sus cultivos y a la salud de sus habitantes.
El uso de tecnología inadecuada que nos venden los extranjeros lleva muchas veces el riesgo de dañar nuestros ecosistemas.
Desde luego, la agricultura moderna ha incrementado la producción de alimentos. Eso es innegable, pero hay que mencionar sin temor, que muchas veces daña la salud humana por el uso de los pesticidas y plaguicidas, así como por el uso de fertilizantes no orgánicos.
El reto en la actualidad es aumentar la producción de alimentos y el acceso a su consumo, siempre y cuando no dañen la salud de los individuos, ni se lesionen los recursos naturales, sobre todo los no renovables, así como el ambiente. [email protected]