IMPULSO/ Carlos Ravelo Galindo
Tuve un sueño
Vemos la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio. Por ello recordamos a un luchador, llamado Martin Luther King, Jr. (15 de enero 1929- 4 de abril 1968), que una vez tuvo un sueño y allá en donde esté, verá que poco a poco se ha hecho realidad. Pero hoy, al parecer, tiene un ligero tropiezo.
Y nos los explica el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú entendió, entiende, que el werito advirtió desde hace años que “es ´negociator´ –negociador- y no ´terminator´ –terminador-.
Sencillamente, explica la duda que muchos tenemos, dice Ricardo Raphael, en El Universal, sobre la capacidad de la administración del señor de los pinos para celebrar una negociación de la que vayamos salir bien librados. Son unos Inútiles.
Tiene razón
Mejor hablemos de la fantasía, quimera, ensueño de Martín Luther King, que fue un pastor estadounidense, activista. Líder del ‘Movimiento por los Derechos Civiles de la Población Afroamericana’.
Hizo valer la resistencia no violenta ante la discriminación racial, mediante manifestaciones pacíficas, basada en sus creencias cristianas.
Y es que hay que luchar por los sueños, irrumpía continuamente ante las masas que lo seguían. Y aplaudían, siempre.
Nos quedan sus sabias reflexiones como legado. Tan y más importantes y necesarias todavía hoy.
Estas citas, recogidas de entre sus muchos discursos y escritos, son algunas de las más inspiradoras que leímos: “Tengo un sueño, un solo sueño: ¡Soñar con libertad, justicia, con la igualdad¡ y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas. Nada en el mundo tan peligroso como la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”.
“El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar”.
“Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano”.
“Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos”.
“Si no puedes correr, camina. Si no puedes caminar, gatea. Hagas lo que hagas, sigue siempre hacia delante”.