El hartazgo de la gente
David Arellano
El tema de todos los días, en las sobremesas, en las reuniones del bar, en el ‘coffe break’ de la oficina es ¿por quién vas a votar? Aún no se han terminado las precampañas y ya es la pregunta más cotidiana, sin embargo, cuando te hacen esa pregunta, viene a tu mente -en la mayoría de los casos- el nombre de los tres candidatos o, mejor dicho, en el tecnicismo electoral, precandidatos de las tres alianzas de partidos, recuerdas que si uno es el representante de la mafia del poder, que si otro es un populista liberador de narcos o que si otros es un mentiroso, doble cara e ignorante, falto de experiencia en gobernar.
Seguramente, recuerda el comentario de alguno de sus familiares o amigos que afirman ¡Ni a quien irle!, pues si es la expresión que en distintos momentos he podido escuchar, esta expresión refleja sólo una cosa, una sola, refleja el hartazgo de la gente, en que no ve mucha diferencia entre ellos, más que el color o colores que los representa y la forma de hablar uno del otro, ayer por la mañana veía en la sección de un noticiero donde invitaron a los coordinadores de campaña de cada candidato y de todos ellos escuche en su mayoría reclamos y señalamientos de corrupción, que si ustedes roban más, que nosotros robamos menos o “nada más poquito”, que si tu candidato es más mentiroso, que es menos vergonzoso tomar recursos de la iniciativa privada que del dinero público, acusación tras acusación, que, si mi candidato es mejor que el tuyo, pero nadie de ellos dijo porque es mejor el suyo, es decir, recalcar porqué usted y yo deberíamos votar por él.
Lo grave de todo esto es que apenas empiezan, aún no termina ni la precampaña y muchos ya están hartos, faltan aún cinco meses para la elección y muchos llegarán sin muchas ganas de votar o lo harán por inercia y otros simplemente el día de la elección se pondrán las cobijas y la almohada en la cabeza y no querrán saber más.
Como van las cosas, dudo que el índice de votación sea mayor al de hace seis años.
Si bien es cierto que en este periodo de precampañas la propuesta aún no se puede hacer, lo que los técnicos en elecciones llamamos promesas de campaña deben de guardarse según los lineamientos del código electoral, espero que, por el bien de la gente y propio, en sus mensajes y tiempos públicos de televisión y radio, ya en campaña, se aboquen a decir y señalar sus propuestas, más que a denostar a sus rivales, de lo contrario, el ganador será nuevamente el abstencionismo, que, por otra parte, beneficia al voto corporativista y voto duro de cada partido.
No obstante, hemos dejando de lado que este proceso electoral, no es más que un proceso de “contratación” del presidente y de su gabinete, ya quisiera ver cuando alguno de ustedes ha ido a pedir trabajo, que en ese ejercicio de pedir chamba estén descalificando al contrincante para que les den el empleo a ustedes y además que los dueños de la empresa y sus empleados te den dinero para hacerlo, pues así de ridículo es que en los espacios públicos de tiempo en radio y televisión que pagamos los contribuyentes lo ocupen sólo para descalificarse o simplemente salir tocando un instrumento musical, necesitamos ver cosas más reales, propuestas de cómo van a mejorar el país y las condiciones en el as que vivimos usted y nuestras familias.
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