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En la mira

Ricardo Anaya, un total desconocido
David Arellano Ortega

Llevamos más de tres años viendo a Ricardo Anaya en spots en la Televisión, primero como presidente nacional del PAN y ahora, desde noviembre del año pasado, todos los días con su frente PRD-PAN-MC.

Sin embargo, no sabemos mucho sobre el hoy precandidato a la Presidencia. Político, sí. funcionario, apenas, y presidente de un partido político muy atropellado. El precandidato no tiene mucha experiencia formal en la administración pública.

No es lo mismo fungir como operador dentro de un partido político que tener en sus manos responsabilidades cuyos resultados repercuten directamente en la vida de los ciudadanos.

Sabemos que habla inglés y francés, ya nos lo dijo; sabemos que toca varios instrumentos musicales, ya nos lo demostró. Lleva a sus hijos a la escuela y se toma fotos de la hazaña, ya lo tuiteó;  y asegura que lo más importante para él es su familia, que no vive en México.

Más allá de esto, no hay mucha más información con la que el panista asegure que la función pública es su fuerte. Tal vez por ello su precampaña se ha dirigido a la exposición de la vida privada y demás talentos.

Hay quienes aseguran que es un facilitador excepcional cuando de políticas públicas se habla, pero no conocemos los casos concretos, no sabemos de sus logros, desempeño y responsabilidades que ha ocupado.

Anaya fue candidato a una diputación local en Querétaro cuando apenas tenía 21 años, perdió, aunque en su página web presume que en aquella elección incrementaron en 400% el voto panista.

Después de ello, fue secretario particular del entonces gobernador de su estado, Francisco Garrido. Luego, llegó a la Coordinación de Desarrollo Humano estatal; después, jugó de nuevo por una diputación local.  Ahora sí lo logró.

Fue jefe de bancada y de allí brincó a la dirigencia de Acción Nacional en Querétaro. Ya en el sexenio de Felipe Calderón, el entonces Presidente lo nombró subsecretario de Planeación Turística de la SECTUR.

Más tarde, llegó a San Lázaro como diputado plurinominal y lo hicieron presidente de la Cámara de Diputados.

En 2014, cuando Gustavo Madero buscaba ser la cabeza de la lista de candidatos a legisladores plurinominales del partido, puso a Ricardo Anaya en su cargo: presidente nacional del PAN, el último escalón que le faltaba, pues en ese entonces ya era el secretario blanquiazul.

Luego, ya Madero con su candidatura asegurada, Anaya regresó a San Lázaro. Un año después, llegó a la dirigencia de Acción Nacional tras una elección interna.

Hoy, tiene 39 años, pactó lo que habríamos pensado insólito: una alianza -que decidieron llamar Frente- con el PRD y con Movimiento Ciudadano. Es el precandidato presidencial de esta unión.

Supo ser paciente y acabar con la paciencia de otros personajes como Margarita Zavala, quien se fue del partido ante la indefinición de un proceso de elección.

Anaya tiene, reconocemos, experiencia dentro de la operación política, se quedó con la candidatura presidencial cediendo a los perredistas la de la Ciudad de México. Así les habrá dibujado el futuro que tanto ellos, los del PRD, como el jefe de Gobierno capitalino aceptaron.

La debilidad de Anaya está ahí, en su nula experiencia en la función pública, se admira la tenacidad de quien, en menos de veinte años escaló posiciones dentro de su partido, pero para gobernar un país hace falta más que eso: sus rivales traen una currícula mucho más completa.

Desde haber sido gobernador, jefe de gobierno del DF, hasta secretario de Estado en varias ocasiones, que esto no se compara con haber sido presidente de un partido político,,  es importante, pero no suficiente para gobernar un país en donde cada decisión repercutirá en usted y en mí, en sus hijos y los míos.

Quienes ayer eran aliados de Anaya se han distanciado hoy de él, algún precio habrá tenido su ascenso. ¿O será que en la campaña sólo lo veremos presumir sus habilidades y talentos?

¿Quién es Ricardo Anaya?, para nosotros, los electores, que muy poco sabemos de él, es una pregunta que necesita una respuesta (o varias) a la brevedad. ¡Hoy no lo conocemos!

Correo para comentarios y mentadas: horusconsultores1gmail.com Facebook/David Arellano en Twitter @DavidArellanomx

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