Datos del INEGI, indican que ese cierre de negocios significó que el 15.38% del personal ocupado se quedara sin actividad productiva, impactando de forma negativa a su ingreso familiar.
Mario Hernández/Toluca
La situación económica de las empresas en México es delicada en materia financiera, el estado de México no es la excepción, pues desgraciadamente una de cada 5 empresas en la entidad cerró sus puertas definitivamente y con ello la mortandad de negocios es de 21.27 por ciento, aseveró Laura González Hernández, presidenta del Consejo coordinador Empresarial del Estado de México.
Explicó que en días pasados el INEGI presentó la Encuesta sobre el Impacto Generado por COVID-19 en las Empresas 2020, donde se refleja que la disminución de los ingresos fue el principal problema que tuvieron, con cifras a septiembre de 2020, esta afectación alcanzó al 79.2% de las empresas, asimismo, se registraron cierres temporales o paros técnicos en el 23.1% de las mismas a nivel nacional.
La líder empresarial del Estado de México, indicó que de igual forma se dieron a conocer los resultados del Estudio sobre Demografía de los Negocios 2020 (EDN) por el mismo INEGI, donde se muestra que 17 meses después de concluido en Censo Económico levantado en 2019, el Estado de México presenta una mortandad de 21.27% de negocios.
La Presidenta del Consejo Coordinador Empresarial Estado de México (CCEM), sostuvo que ese resultado es muy duro para la entidad ya que 1 de cada 5 negocios cerraron sus puertas para no volver a abrirlas, en tanto que en el mismo periodo nacieron 14.03% de nuevas empresas.
González Hernández manifestó que la mayor política de apoyo que las empresas requieren está relacionada con tener fuentes de financiamiento disponible en el corto plazo, incentivos, así como la ágil apertura de nuevas unidades económicas, “porque si bien muchas empresas cerraron, hay otras que tuvieron que reinventarse y cambiar de giro”.
También indicó que muchas de las empresas que continúan en operación, tuvieron que prescindir de algunos de sus empleados y de servicios, lo cual les permitió seguir en activo y con el paso del tiempo, tratar de incrementar su actividad para ofrecer mayores fuentes de empleo.
Finalmente, el INEGI reveló que, ante la contingencia sanitaria, las empresas ya adoptaron como permanentes nuevas medidas de trabajo como el “Home Office”, aplicado por el 44.8% de grandes empresas, 19% de pymes y 11.2% de micro empresas, de igual forma, han buscado diversificación en sus cadenas de suministro 23% de las grandes empresas, 10.7% de pymes así como 7.4% de micro empresas.
“Muchas de las empresas que continúan en operación, tuvieron que prescindir de algunos de sus empleados y de servicios, lo cual les permitió seguir en activo y con el paso del tiempo, tratar de incrementar su actividad para ofrecer mayores fuentes de empleo”.
Ante la contingencia sanitaria, las empresas ya adoptaron como permanentes nuevas medidas de trabajo como el “Home Office”, aplicado por el 44.8% de grandes empresas, 19% de pymes y 11.2% de micro empresas