IMPULSO/ Leonor Sánchez Sánchez
Toluca
La Asociación de Bares y Restaurantes (Asbar) así como la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO-Servytur) en el Valle de Toluca, firmaron un convenio de colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de México, para desalentar el uso de popotes, bolsas y utensilios de plástico, sumándose así a la lista de entidades que inhiben su uso.
Los empresarios se comprometieron, de esta manera, a generar diversas campañas para evitar el uso de plásticos en todo tipo de establecimientos, señalando que: dejar de usar la bolsa de plástico es su mayor reto.
Más de 61 mil bares y restaurantes asentados en el territorio estatal, hacen que la entidad se ubique en el segundo lugar nacional, entre las entidades con mayor número de unidades económicas dedicadas a la venta de alimentos y bebidas, las cuales generan más de dos mil millones de popotes al año.
Cada popote es utilizado entre cinco y 15 minutos, sin embargo éste tarda 300 años en degradarse, generando partículas que llegan al agua y afectan la fauna marina.
El presidente de ASBAR, Patricio González Suárez refirió que desde el año pasado el organismo que preside lanzó la campaña del no uso del popote, por lo que actualmente muy pocos establecimientos ofrecen ese artículo de plástico, que no es de primera necesidad, otros lo han sustituido por popotes hechos con materiales amables con el medio ambiente.
González Suárez señaló como principal reto el dejar de usar bolsas de plásticos, contenedores de unicel y charolas o agitadores de plástico para las bebidas, los cuales no son artículos que al dejarlos de comprar solucionen el problema del servicio a domicilio o la comida para llevar.
El líder empresarial reconoció que existe una diversidad de posibilidades para sustituir esos productos, por materiales biodegradables de hueso de aguacate, fécula de maíz, fibras de bambú y demás materiales que ya no son tan caros como hace varios años.
Cierto es, dijo que el costo de esos productos amables con el medio ambientes pueden costar dos o tres veces más que los de plástico, pero el beneficios para el medio ambiente hará la diferencia.
El líder empresarial confió en la responsabilidad social del consumidor, por aportar parte del costo de los contenedores.