IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
La falta de supervisión en casas de empeño informales facilita la venta de artículos robados, principalmente teléfonos celulares, porque carecen de controles como la identificación del cliente y la verificación del número de control del aparato, conocido como IMEI.
“Suponemos que hay otros lugares donde sí hacen esas operaciones. Con nosotros es muy complicado y cuando se llega a dar colaboramos con la autoridad. Quien es informal tiene muchas posibilidades. Como no da información, es muy factible que pueda recibirlo”, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Servicios Prendarios (Amespre), Juan Carlos Villarreal.
El directivo apuntó que las casas de empeño formales que operan en el país, estimadas en más de 6 mil 800, en su mayoría aplican controles para disminuir este ilícito, con inversiones en tecnología y comprobación de que las prendas no tengan reporte de robo.
“Hemos ido trabajando programas con sistemas propios que detectan la actividad ilícita como en la revisión del IMEI, además de checar el historial del usuario; si se tienen datos de que no refrendó, tomamos las medida de no aceptarlo”, explicó.
Villareal destacó que se tienen programas para evitar el empeño de objetos robados, además de que se registran todas las operaciones y todos los clientes están identificados con huella digital y con la credencial del Instituto Nacional Electoral.
Si bien las casas de empeño formales a partir de este año reforzaron sus controles para evitar la compra-venta de objetos robados, el directivo destacó que se necesita mayor vigilancia del sector informal.
Según datos de la misma asociación, se calcula que en México operan al menos 3 mil casas de empeño informales, las cuales también son un riesgo para los usuarios.
“Cuando nos hacen jugar en una cancha que no es pareja puede haber abusos de los informales. Si llega una persona a una sucursal y ve que no tiene contrato de adhesión a la vista o registro único publicado, es una casa de empeño informal”, advirtió.
Control biométrico. El director general de Prendamex, Roberto Alor, destacó que las casas de empeño han intentado que no lleguen objetos que puedan ser de procedencia dudosa, ante lo cual han implementado convenios con las procuradurías de justicia para reportar cada mes las operaciones que se realizan.
Al respecto, mencionó que se busca aplicar mayores controles biométricos para garantizar la identificación de los clientes: “Las bases de datos están a disposición de las autoridades para que hagan su trabajo y nosotros buscamos que el cliente nos acredite que es legítimamente propietario. Identificamos al cliente con los mecanismos del mercado: la identificación oficial; le tomamos una huella digital y estamos viendo la incorporación de reconocimiento facial que es más seguro que la huella”.
Afirmó que son medidas disuasivas que difícilmente serán cumplidas por algún ladrón que busque empeñar un objeto robado.
Negocio fácil. De acuerdo con datos de la Amespre, al mes se empeñan en el mercado unos 20 mil teléfonos robados, actividad que se busca reducir a partir del uso de tecnología. Algunos establecimientos han comenzado a instalar sistemas que cotejan si hay reporte de robo en teléfonos con el registro del IMEI.
Sin embargo, empresarios del sector consultados por EL UNIVERSAL explicaron que el empeño de teléfonos robados se realiza con facilidad porque en algunos casos sólo se hace una revisión del equipo y se registran datos básicos del cliente.
El subprocurador Jurídico de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), Rafael Ochoa, expresó que se han reforzado los esquemas de colaboración entre casas de empeño, autoridades federales y locales para mitigar este tipo de operación por parte de delincuentes que quieren obtener dinero fácilmente.
“Hay coordinación para hacer efectivo el Sistema de Protección al Consumidor, para tener una colaboración directa con autoridades fiscales de que si hay un objeto con denuncia de robo no pare en estas casas de empeño. Con estos negocios tenemos coordinación para evitar que esos bienes entren a un mercado en el que no deben estar”, explicó.