IMPULSO/Agencia SUN
Ciudad De México
Las abejas se están extinguiendo por el uso excesivo de pesticidas y ciertos parásitos. Y, aunque sean animalitos que la mayoría evitamos, la realidad es que si no existieran, nosotros tampoco lo haríamos.
El 17 de Agosto, es el Día Nacional de las Abejas y para la mayoría de nosotros (yo, especialmente), éstas no son para nada agradables. Su aguijón es doloroso, su zumbido molesto y, en grandes cantidades, pueden causar la muerte de un ser humano.
Sin embargo, la cruda verdad es que las abejas son un elemento crucial del medio ambiente, y en la mayoría de los casos no le damos la importancia que se merecen.
¿Cómo nos afectaría la extinción de las abejas?
De las 100 especies de cultivos que nos proporcionan el 90% de nuestros alimentos, el 70% son polinizados por las abejas. Así de simple. Las abejas son los principales iniciadores de la reproducción entre plantas.
Desde el 2006, la población de abejas ha disminuido considerablemente, según SOS Bees. Pesticidas, enfermedades, parásitos y el mal clima por culpa del calentamiento global han jugado un rol importante para este declive.
¿Las abejas están en peligro?
La población de abejas ha estado en declive desde hace varios años. Algunas especies incluso ya se agregaron a la lista de peligro de extinción en el 2017 (7 especies de abejas de cara amarilla hawaiana) y 2018 (el abejorro oxidado, bombus affinis) para proteger y revivir sus números.
¿Por qué están en peligro?
Porque los humanos sólo destruimos todo lo que está a nuestro alrededor. O bueno, las abejas están en peligro de extinción principalmente por 2 razones: pesticidas y parásitos.
Pesticidas
Desde la Segunda Guerra Mundial, el uso de pesticidas ha incrementado exponencialmente en la agricultura.
El uso tan intenso de pesticidas, también conocidos como neonicotinoides (una clase relativamente nueva de insecticidas que afectan el sistema nervioso central de los insectos, causando parálisis y muerte), ha tenido un papel muy importante en la muerte de las abejas. Cuando éstas quedan expuestas a los neonicotinoides, entran en shock y olvidan su camino a casa (algo así como el alzheimer).
Parásitos
Junto con los pesticidas, los parásitos conocidos como ácaros varrao (también llamados destructores varrao) también son responsables de la muerte de las abejas. El varrao sólo puede reproducirse en una colonia de abejas. Son parásitos chupasangre que provocan que las abejas pierdan patas o alas, esencialmente matándolas.
¿Qué pasará si las abejas mueren?
La extinción de las abejas afectará plantas, animales, disponibilidad de combustibles, topografía, la ropa y, por supuesto, la vida humana como la conocemos, según Bees Matter.
Plantas
Algunas plantas son polinizadas por el viento, pero el proceso es muy lento. Los insectos son los principales polinizadores en el planeta. Los escarabajos y las mariposas también polinizan, pero las abejas son las más eficaces. Sin ellas no podríamos saborear deliciosas manzanas, cerezas y muchas otras frutas y verduras. Sin embargo, los árboles de almendras serían las primeras víctimas.
Si las abejas llegan a extinguirse, habría una disminución masiva en la producción de cultivos. Y aunque cultivos como el arroz y el trigo no requieren la polinización de insectos, ¿te imaginas un mundo donde sólo puedas comer arroz y pan toda la vida? Seríamos gordísimos.
Animales
Los herbívoros que dependen de ciertas especies de plantas, se verán afectados primero. Se extinguirán si las plantas dejan de existir. Por ejemplo, muchos bovinos utilizados para la producción de leche y carne dependen de la alfalfa y altramuces, que dependen de la polinización por insectos. Si el suministro de alimentos de la vaca disminuye, la producción de carne y leche disminuirá. Y esto obviamente afectará seriamente la dieta humana.
Y si hay una disminución de herbívoros, los carnívoros también se verán afectados. Los únicos beneficiados serán los carroñeros (águilas, buitres, etc.)
Combustibles
La canola, que se usa tanto como combustible, como aceite para cocina, depende en gran medida de la polinización. También se usa para producir biocombustile. A falta de éste, tendríamos que depender de los combustibles fósiles por completo, lo que ejercería más presión sobre el medio ambiente.
Topografía
Como la mayoría de las plantas no podrían crecer, los pastizales se volverían estériles y se produciría una desertificación a gran escala. Los deslizamientos de tierra arrasarían las aldeas de un jalón. Y, en última instancia, la Tierra se convertiría en un gran desierto.
Y, por ende, la extinción humana
Una menor producción de cultivos alimenticios finalmente conducirá a la hambruna en todo el mundo. El agua dulce empezará a secarse por la falta de árboles. Y con menos agua y alimento, los humanos moriremos de sed y hambre. La fertilidad también disminuirá y habrá una caída en la tasa de reproducción. En pocos cientos de años simplemente moriremos.
A menos que los científicos construyan abejas robóticas para polinizar, prácticamente estaríamos condenados. Y aunque esta no es la repercusión más seria, nunca más probaremos esa dulce miel que sólo las abejas producían.
La trágica ironía de esto es que matando a las abejas, sólo nos estamos matando a nosotros mismos. Nuestra supervivencia depende de la salud del planeta y de su especie, y a menos que comencemos a hacer algo al respecto, continuaremos contribuyendo a nuestra propia desaparición.