IMPULSO/ Redacción
Toluca
Juan Carlos Nonato Día, maestro alfarero de Metepec, trabaja ya en el monumental árbol de la vida que lucirá la Embajada de México en Japón, el cual contempla elementos representativos de ambas culturas.
La obra de arte será la más grande que haya construido el artista del barro, pues medirá alrededor de siete metros de altura y dos metros con 60 centímetros de ancho, además de tener un peso de cuatro toneladas 600 kilogramos. “Es un árbol exclusivo que representará la hermandad de México y Japón, las ramas combinan un ahuehuete de nuestro país y un cerezo de aquella nación y en su parte cúspide habrá un sol mitad azteca y mitad naciente abrazado por dos manos, una mexicana y otra japonesa”, detalló Juan Carlos Nonato.
Estará compuesto principalmente por flores de cerezo y alcatraces, sobresaldrán elementos que tienen similitud entre las culturas como un samurái, unos guerreros jaguar y águila; el monte Fuji con el Iztaccíhuatl y el Citlaltépetl, habrá platillos como el mole y el sushi, geishas y muñecas de trapo, molcajetes e indumentaria, un total de cinco mil 500 piezas. Los colores buscan la esencia de las flores del cerezo, conservando los tonos rosas y beige para los alcatraces, los frutos irán en rojo, las hojas en tono verde y habrá mariposas monarca, puesto que son un símbolo que representa a México en todo el mundo.
El principal reto, refirió Nonato, fue el diseño, ya que tenía que buscar algo original y único porque la situación lo amerita, al igual que el tamaño, pues los que había elaborado en ocasiones pasadas eran de cinco metros. “Metepec está dignamente representado a través de los árboles de la vida monumentales en Japón, ha sido un gran trabajo en equipo con la familia porque transmitimos la tradición.
Numeraria
Mil 500 piezas integrarán el árbol de la vida que se entregará a la Embajada de México en Japón.