IMPULSO/ Samuel García
Un mundo de gigantes: la amenaza está aquí
¿Acaso es inevitable que los consumidores tengamos tan sólo a unos cuantos gigantes empresariales ofreciéndonos sus productos y servicios? La respuesta que encuentro es que sí, parece inevitable.
Está ocurriendo en el mundo globalizado, un gigante comiéndose a otro gigante y reduciendo el número de jugadores en el mercado.
¿Ha visto lo que está pasando con las grandes empresas de telecomunicaciones? ¿Con las cerveceras? ¿Con las farmacéuticas? ¿Con las empresas de bebidas gaseosas? ¿Con las gigantes de las redes sociales? ¿Con las grandes cadenas hoteleras? ¿Con las empresas del entretenimiento? ¿O con los gigantes del software en el mundo? La consolidación de las empresas globales parece ser un camino sin retorno.
¿Acaso tendremos que leer AT&T en lugar de telecomunicaciones, Pfizer en lugar de farmacéuticas, Coca-Cola en lugar de refrescos, Disney en lugar de entretenimient, o Microsoft en lugar de software? Aún no hay una respuesta contundente, pero las tendencias van hacia allá.
Si quiere más ejemplos, sólo vea lo que está pasando con la reducción en el número de bancos en Estados Unidos, en Europa y en el mundo, con la menor oferta de grandes empresas de aviación o con la consolidación en la industria automotriz.
El argumento es que la globalización ha impactado las fronteras de la competencia y, crecientemente, requiere de mayores escalas de integración y de capital.
Este gigantismo amenaza la capacidad de elección de los consumidores y su poder de compra.
En otras palabras, la globalización impulsa la lucha entre empresas multinacionales cada vez más grandes, con mayor presencia mundial y con cadenas de producción globales que las hagan más competitivas. Un mundo de gigantes en construcción.
El valor de las fusiones anuales entre compañías en el mundo ya superaron los 5 billones de dólares en 2015, después del ‘pico’ de 4.6 billones que se había alcanzando en 2007, antes de la crisis financiera estadounidense.
Y la tendencia es a seguir rompiendo estos récords, según publicó recientemente ArenaPublica.com
Uno de los problemas con este gigantismo que está sufriendo la economía, es que amenaza la capacidad de elección de los consumidores y su poder de compra en la medida en que tiene menos opciones disponibles.
La pregunta para los mexicanos sobre este fenómeno global es ¿qué pasará en un mercado como el mexicano que históricamente ya arrastra una alta concentración en un amplio abanico de sectores de su economía?