IMPULSO/ Agencia SUN
Aguascalientes
Ignacio Ambriz se negó a hablar en la cancha… “para qué, esto es de los jugadores”, decía. Es mérito, dijo el técnico, “de los muchachos”, mencionó cuando estaba en rueda de prensa, “ellos se entregaron, ellos se mataron por el equipo… Fue un gran trabajo, de mucha entrega ante un equipo”.
No cabía de felicidad… “Es doble por levantar el título con el equipo con el que jugué la mayor parte de mi carrera, me siento privilegiado de ganar con Necaxa mi primer título en el futbol mexicano”, puntualizó.
Ernesto Tinajero, dueño y presidente de Necaxa, es más humilde, para el empresario el logro se debe “a que todos en este equipo hacen su parte. Nosotros la parte directiva, Nacho hace su trabajo con el cuerpo técnico, y los jugadores se matan en la cancha.
Marcelo Barovero es de los más contentos, aunque se aleja de todos quiere festejar en soledad, “cuando me dijeron que venía a Necaxa no pensé que si era un equipo grande o chico, sino simplemente que venía a trabajar y me encontré con un gran cuadro, lleno de profesionales que se entrega día a día… No hay mejor manera de definirlos, nos gusta lo que hacemos”.
Quien sí sacó algo de rabia fue Carlos González. El delantero no dudó en mencionar que este título es “para todos los que no creían en nosotros, nadie creía que podíamos llegar hasta aquí. Derrotamos a Santos y ahora a Toluca, no hay duda de que fuimos los mejores de la Copa”. Pero esto no queda aquí, “ahora hay que ir por la Liguilla, no nos conformamos con esto, ya nos gustó el sabor del triunfo”.
