Julio 16, 2024
Clima
13°c Máxima
13°c Mínima

EL CHINGONARIO, UN DICCIONARIO MUY CHINGÓN

Tras 500 mil ejemplares vendidos desde 2010, El Chingonario regresa con 300 acepciones de la palabra favorita de los mexicanos y un manual  actualizado

“Qué chingón”, “¡No me chingues!”, “¡Ya chingamos!”, “Son chingaderas”. El verbo “chingar”, cual palabra mágica, ha evolucionado en frases hechas con diversos significados, tonos, matices y énfasis; y es capaz de transformarse de verbo en adjetivo, en adverbio o sustantivo.

La maleabilidad de este vocablo, “el favorito de los mexicanos”, se comprueba en las más de 300 acepciones diferentes que reúne El Chingonario, el long-seller que editorial Algarabía publicó en 2010 y que ahora relanza corregido y aumentado, acompañado por el Manual para mandar a la Chingada.

Con el subtítulo de Uso, reuso y abuso del chingar, el volumen regresa a las librerías mexicanas tras vender unos 500 mil ejemplares, en formato normal y de bolsillo, además de la versión en inglés, con un tiraje de 50 mil copias.

La lengua es algo cambiante, está viva y nos pertenece a todos. Por eso vamos creando nuevas acepciones del verbo ‘chingar’, de la raíz, los adjetivos, los adverbios. Esto ratifica que es una de las palabras favoritas de los mexicanos”, comenta María del Pilar Montes de Oca en entrevista con Excélsior.

La lingüista egresada de la UNAM, directora de Algarabía y coordinadora del diccionario, cuenta que, al transcurrir 13 años desde la primera edición, tuvieron que incorporar “los nuevos usos de la palabra, las nuevas frases que se generan, las nuevas expresiones que la gente utiliza tanto en redes sociales como en contextos públicos y otros específicos”.

Destaca que quisieron acompañar esta nueva edición de El Chingonario con un breve Manual para mandar a la chingada, “porque nunca hay que dejar pasar la oportunidad de mandar a la chingada lo que no nos importa, lo que nos hace mal, lo que no te haga falta”.

La apasionada de los diccionarios explica que el manual incluye “todas la formas y frases ya hechas que la gente usa. Viene de regalo, pero pronto lanzaremos una edición completa; ésta es una probadita”.

Agrega que “hay unos estudios muy interesantes que han hecho algunas universidades, sobre todo la de Stanford, que señalan que decir groserías, malas palabras, es algo que te ayuda a tener menos enfermedades, mayor catarsis y menos problemas psicológicos”.

La autora de El manual para hablar mejor o para insultar con propiedad está convencida de que decir malas palabras ayuda mucho. “Esto trae hasta un mantra antiestrés. Te sientas, cruzas las piernas, pones tus manos en posición de ommmm y dices varias veces: ‘Y a mí qué chingaos, y a mí qué chingaos’ o ‘Ya chingué, ya chingué’. Es muy relajante”.

Dice que los mexicanos son una de las pocas comunidades lingüísticas que poseen varias acepciones para el mismo verbo y distintas formas de mandar a la chingada a la gente. “Aunque otras palabras se han puesto de moda, como ‘verga’, ‘pedo’ o ‘pendejo’, chingar acaba siendo el primer lugar en el top-ten”.

Añade que Algarabía siempre está atenta al lenguaje de los mexicanos. “Por eso presentamos esta verdadera chingonería, porque es algo muy necesario en estos días en que los ‘chingaos’ salen cada vez más incontrolables”.

La autora de Con la palabra en la boca confiesa que no le preocupa que la Real Academia de la Lengua incorpore o no las distintas acepciones de “chingar”. “Creo que la RAE no debería de existir. Sólo el español y el francés, de las 6 mil lenguas que hay en el mundo, no todas escritas, claro, tienen una Academia de la Lengua. Ya pasaron de moda”.

Dice que su editorial seguirá documentando el uso de este vocablo y que, para este fin, les ayuda mucho Twitter, pues la gente les comparte ideas y propuestas y los mantiene al tanto de las novedades al respecto.

Por lo pronto, deja a los lectores una frase reconfortante que está presente en el manual: “Cuando estés solo y deprimido, cuando no sepas qué hacer en esta vida, recuerda que estaré siempre aquí para cargarte, atentamente  La Chingada”.