IMPULSO/ Agencia SUN
Ciudad De México
América gritó jubiloso, se burló de Cruz Azul en otro Clásico Joven, voltereta incluida. La misma historia, ninguna novedad. Paternidad azulcrema de 10 partidos oficiales invicto ante los cementeros. Golpe que parece definitivo.
Águilas (24 puntos) que vuelan a la Liguilla con el triunfo 2-1 y una Máquina (12 unidades) descarrilada hacia el fracaso, casi fuera de cualquier aspiración de fase final. Desde antes del arranque del juego, La Monumental, la barra radical americanista, recordó aquella final del Clausura 2013, que su equipo le arrebató a los celestes en tanda de penaltis.
“Nunca lo vas a superar”, rezaba el mensaje de la porra amarilla. Tiene razón, Cruz Azul no ha olvidado los traumas sufridos a manos de los emplumados.
Pero el club cementero siempre ve el modo de encontrar la esperanza. Fue otra edición de volver a creer que el triunfo sobre el máximo enemigo era posible.
El golazo tempranero de Edgar Méndez, luego de una asistencia exquisita de Martín Cauterruccio encendió las ilusiones cementeras en el Azteca (5’). La parcialidad cruzazulina se aferró a un inicio deslumbrante que poco a poco comenzó a apagarse, luego de que Caute se perdió el segundo tanto, al errar un cabezazo.
Y sí, la historia comenzó a ser la misma de siempre. América creció, se dio cuenta de que el rival estaba endeble en zona defensiva, y presionó la salida celeste.
Agobio que rápidamente se transformó en un juego asfixiante por parte del americanismo. Trataba mejor la pelota y encontró la justicia, con el tanto del empate parcial. Un mal rechace de Julio César Domínguez ante un centro, dejó en bandeja el gol a Mateus Uribe. El volante colombiano fusiló a Jesús Corona, quien sólo se lanzó por inercia ante el tiro cruzado (23’). Santa Úrsula volvió a la tranquilidad, gracias al mejor hombre águila del Clausura 2018.
Los americanistas, lejos de conformarse, insistieron ante el Cruz Azul, que era fiel reflejo de sí mismo en los últimos tres años: conjunto gris, con el alma y la sangre en otro lugar fuera del pecho.
Por ende, la voltereta se dio con un magistral remate cruzado de Cecilio Domínguez (35’), que colocó un marcador más real.
Para la segunda mitad, Pedro Caixinha se dio cuenta que jugó con 10 en la parte inicial, tras haber alineado a Carlos “Gullit” Peña. El luso lo relevó con Martín Rodríguez, quien remató al travesaño en el complemento.
El juego se niveló, aunque Martín Cauteruccio desperdició dos opciones claras para igualar. Eso provocó que América se quedara con los tres puntos y una paternidad de 10 juegos sin perder sobre Cruz Azul, que le hace gozar.