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Efecto de guerra comercial se percibirá en mes y medio: CCIJ

IMPULSO/Agencia SUN

Ciudad De México

En un plazo de 30 a 45 días pueden comenzarse a percibir fluctuaciones en precios de productos de acero, así como en alimentos, a raíz de la aplicación de aranceles entre México y Estados Unidos (EU), dijo el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ), Daniel Curiel.

Considerando que las importaciones de diversos cárnicos y alimentos estadounidenses se gravarán con impuestos al entrar a territorio nacional, como represalia por la decisión de EU de imponer gravámenes al aluminio y acero mexicanos, Curiel dijo que el impacto sobre el sector alimenticio no será tanto como en la caso de bienes no perecederos.

Aseveró que es “muy reciente todavía para determinar qué sucederá, pero hasta ahora no hay cancelación de contratos. Seguramente alguna afectación habrá”.

Se anticipa un impacto para industrias que exportan productos de acero y aluminio. Por ejemplo, mencionó que en Jalisco hay una empresa de estructuras prefabricadas que tiene proyectos de edificios en Nueva York y Miami, y al haber un arancel de 25% al acero que entra a Estados Unidos “les va a afectar”.

Explicó que todavía las empresas tienen inventarios de productos adquiridos antes de que se aplicaran los impuestos, mientras que otras compañías podrían buscar proveedores de otros países o negociar precios. De esta forma, si se presentan alzas en precios, dependerán de si se consigue o no otra fuente de proveeduría.

“Hay mercados substitutos, tal vez puede haber otro proveedor del bien, porque como empresarios y comerciantes buscarán otras opciones para no afectar precios”, señaló Curiel.

Asimismo, comentó que preocupa que se haya aplicado un arancel al whiskey Tennessee o Bourbon estadounidense, porque podría haber una en contra del tequila mexicano, considerando que se exportan a territorio estadounidense varios millones de litros de esta bebida, equivalente a casi 50% del tequila que se produce.

“Ojalá que esto termine aquí, no quiero pensar que se desencadene una guerra comercial, porque no hay ganadores”, explicó el empresario en entrevista.

A partir del 1 de junio, Estados Unidos impuso aranceles de 10% al aluminio y de 25% al acero mexicano, canadiense y de la Unión Europea, bajo la justificación de que esas importaciones son un riesgo para su seguridad nacional.

En respuesta, México anunció el martes pasado que se gravará con impuestos a productos estadounidenses como pierna y paleta de cerdo, manzana, queso fresco, rallado o en polvo, así como diversas variedades de quesos, jamones, papas, arándanos, whiskey, placas de acero, láminas, flejes, chapas, varillas, perfiles y barcos de motor, entre otros productos de acero.

Curiel explicó que ante la situación actual es difícil pensar que se terminará de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) este año y, seguramente, se retomará el diálogo para concluir la modernización del mismo en enero o febrero de 2019.

El empresario dijo que México se tiene que mantener unido con Canadá para que el TLCAN prevalezca como un acuerdo trilateral, porque eso fortalece a ambas economías.

“Mientras se mantengan unidos [los países], eso les dará fortaleza”, aseveró el representante del sector industrial jalisciense.

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