IMPULSO/ Edición Web
Estados Unidos
Estados Unidos tiene la intención de quedarse para siempre en Siria, pese a que su objetivo declarado al intervenir en el país árabe era en un principio luchar contra el Estado Islámico (EI), denunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Tenemos la sospecha, en base a varios indicios, de que Estados Unidos quiere quedarse por mucho tiempo, si no para siempre”, dijo el jefe de la diplomacia rusa tras reunirse en Moscú con su colega belga, Didier Reynders.
Cuando hace varios años encabezó una coalición militar internacional en Siria, Washington aseguró que su único objetivo era acabar con los yihadistas, pero ahora esgrimen otros objetivos para justificar su permanencia en ese país, dijo Lavrov.
“Dicen que su presencia es necesaria no sólo mientras se cumplen todos sus objetivos militares, sino hasta que ser ponga en marcha de un proceso político que debe acabar con una transición aceptable para todos, léase para Estados Unidos, o sea, con un cambio de régimen”, subrayó.
Esta política, denunció Lavrov, se lleva a cabo “sin el consentimiento” del gobierno sirio, “al igual que las acciones de la coalición liderada” por Washington.
“Los estadunidenses dan pasos unilaterales dirigidos a la creación de un cuasi Estado en una gran parte del territorio sirio, desde la margen izquierda del río Éufrates y hasta la frontera con Irak”, añadió.
Decenas de combatientes aliados de Damasco murieron la semana pasada en un bombardeo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, en un ataque que según Washington fue en respuesta a una agresión contra sus aliados de las Fuerzas de Siria Democrática en la provincia de Deir al Zur, en el noreste del país árabe.
Un grupo de activistas que investiga la participación de mercenarios rusos en las guerras de Ucrania y Siria denunció este lunes que al menos cinco ciudadanos rusos que combatían junto a las milicias sirias murieron en ese bombardeo.
Según el Conflict Intelligence Team (CIT), con sede en Moscú, estos mercenarios eran miembros de una compañía militar privada llamada “Wagner” que tiene su base en el sur de Rusia y que coordina sus acciones militares en Siria con el Ministerio de Defensa.
La cartera militar rusa respondió que no había soldados rusos en la zona del bombardeo y aseguró que los milicianos partidarios de Al Asad actuaban por su propia cuenta. MVS