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EEUU y Japón se reconciliarán en Pearl Harbor

IMPULSO/ Edición Web
Ciudad de México

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, demostrarán “la fuerza inmensa de la reconciliación” en un acto oficial en Pearl Harbor, en Hawaii, escenario hace 75 años de un ataque sorpresa y mortífero que forzó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque no habrá pedido de disculpas japonés por el ataque, de la misma manera en que Obama no pidió disculpas por el bombardeo nuclear de Hiroshima en mayo pasado- Abe y el presidente saliente de EEUU quieren destacar la singularidad de la alianza Washington-Tokio en un momento en el que Donald Trump, que accederá a la Casa Blanca el próximo 20 de enero, multiplica las declaraciones contradictorias sobre sus futuras orientaciones diplomáticas.

Abe llegó ayer al archipiélago estadounidense y fue recibido por el gobernador David Ige. Luego depositó una corona de flores en un memorial de la isla de Oahu y otra en el National Memorial Cemetery of the Pacific, antes de emprender su histórico paso a la base Pearl Harbor junto a su par de Estados Unidos.

“El horror de la guerra nunca debe repetirse”

Al reunirse en Pearl Harbor, en medio del océano Pacífico, siete meses después del viaje de Obama a Hiroshima, los dos dirigentes buscan rendir homenaje a las víctimas de dos eventos que marcaron el inicio y el fin del enfrentamiento entre Estados Unidos y el Japón imperial, y proclamar sus puntos de vista comunes.

“El horror de la guerra nunca debe repetirse. Quisiera expresar esta promesa para el futuro y el valor de la reconciliación (entre Japón y Estados Unidos) junto al presidente Obama”, dijo ayer antes de partir hacia Hawaii, donde los Obama están de vacaciones.

Está previsto que visiten juntos el sitio conmemorativo USS Arizona Memorial, una enorme estructura blanca suspendida sobre los restos de un buque destrozado durante la batalla y después hablen ante militares, funcionarios, veteranos y sobrevivientes.

Otros líderes japoneses estuvieron en Pearl Harbor tras el bombardeo, pero la de Abe será la visita más destacada porque será el primer gobernante nipón que entre al memorial en compañía de un presidente estadounidense en funciones y que rinda tributo a los caídos en la guerra.

El primero que visitó Pearl Harbor fue Shigeru Yoshida, quien realizó una visita de perfil bajo en 1951, seguido de otros dos primeros ministros durante esa misma década.

Abe fue el primer mandatario extranjero en reunirse con Trump, tras su triunfo electoral, en un encuentro en la “Trump Tower” de Nueva York de 90 minutos, al término del cual lo definió como “un líder en el cual podemos confiar”. Sin embargo, la victoria del magnate republicano abre un período de incertidumbre en política exterior

El presidente electo ya manifestó su rechazo al acuerdo de la Alianza Trans-Pacífico, del cual Abe fue un fuerte promotor dentro de Japón. Y tampoco está clara su posición en la controversia internacional sobre la soberanía de las islas del Mar de China oriental. Además, días atrás Trump generó estupor al afirmar, después de décadas de negociaciones encaminadas a reducir el arsenal nuclear, que no excluía volver a lanzar de nuevo “una carrera armamentística”.

El ataque de Pearl Harbor

El ataque, minuciosamente preparado por el general Isoroku Yamamoto, se produjo el 7 de diciembre de 1941 al alba y fue una sorpresa total. Los estadounidenses no habían visto acercarse a los siete portaaviones japoneses que llegaron a unos 400km de la isla hawaiana de Oahu y, al amanecer, 400 aviones despegaron en dos oleadas sucesivas destruyendo 21 buques de guerra estadounidenses, entre ellos ocho acorazados, y 328 aviones de combate.

El acorazado “USS Oklahoma”, alcanzado por varios torpedos mientras estaba atracado en el puerto, volcó sobre uno de sus laterales aprisionando a cientos de marinos entre sus entrañas. Tras dos horas de bombardeos, una humareda espesa sucedió al ruido ensordecedor de los ataques invadiendo toda la base naval, que se encontraba en estado de shock. Habían muerto más de 2.400 personas.

Al día siguiente del ataque, el Congreso estadounidense declaró oficialmente la guerra a Japón y, tres días más tarde, Alemania declaró la guerra a Estados Unidos. Durante los años siguientes, Estados Unidos encerró a unos 120.000 estadounidenses de origen japonés en campos, y, tras duros combates en el Pacífico, el 6 y 9 de agosto de 1945 arrojó bombas atómicas que mataron a 140.000 personas en Hiroshima y 70.000 en Nagasaki. El 15 de agosto de 1945, el Japón capituló. (TN. com )