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Estados Unidos
La dura retórica de Trump unida a los continuos ensayos de armas del régimen norcoreano han elevado la tensión regional a niveles inéditos desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).
Fuerzas navales de Japón y Estados Unidos iniciaron este jueves maniobras conjuntas al sur de la península de Corea, con el objetivo de exhibir poderío militar disuasorio frente al régimen norcoreano que lidera Kim Jong-un.
Los ejercicios cuentan con la participación del portaaviones de propulsión nuclear de Estados Unidos, Ronald Reagan, tres destructores del mismo país y unos 14 mil efectivos, y se desarrollarán hasta el próximo día 26 en aguas próximas al archipiélago de Okinawa, informó en un comunicado la marina estadunidense.
Estas maniobras de carácter regular tienen lugar después de que el pasado domingo Corea del Sur y Estados Unidos iniciaran otras excepcionales de mayor envergadura en el Mar de Japón, llamado “Mar del Este” en las dos Coreas, y dirigidas también a enviar un mensaje de fuerza a Pyongyang.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, advirtió de que la situación de seguridad en la región es “cada vez más grave”, y destacó la necesidad de reforzar la “capacidad de disuasión y de respuesta conjunta” por parte de Tokio y Washington, tras reunirse con el jefe del Comando del Pacífico, el almirante Harry Harris.
El responsable militar estadunidense, por su parte, señaló que las maniobras conjuntas iniciadas este jueves constituyen “un buen ejemplo de cómo los dos ejércitos trabajan estrechamente”, en declaraciones durante el encuentro recogidas por la agencia nipona Kyodo.
Abe y Harris se reunieron hoy en la capital nipona en la semana posterior a la visita a Japón del presidente estadunidense, Donald Trump, quien reafirmó junto al primer ministro nipón la estrategia conjunta de aplicar “la máxima presión posible” sobre Pyongyang para forzarle a abandonar sus programas armamentísticos.
Tras su visita a Japón en el marco de su gira asiática, Trump viajó a Seúl, donde condenó con dureza al régimen de Kim Jong-un en un discurso ante la Asamblea Nacional surcoreana y destacó el posicionamiento en la región de activos militares estratégicos.
Pyongyang calificó esta intervención como “una declaración de guerra” y cargó con vehemencia contra el presidente estadounidense, en un artículo publicado en la víspera por el principal diario del país, Rodong Sinmun.
Fuente: MVS Noticias