El binomio incertidumbre electoral y vulnerabilidad externa
IMPULSO/José Carlos Guitián Berniser
Una renegociación contenciosa y prolongada del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), que podría retrasar las negociaciones más allá de mediados de 2018, aumentaría la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo comercial, lo que podría complicar el proceso debido a la proximidad de las elecciones presidenciales en México (julio) y las intermedias en Estados Unidos (noviembre).
Un análisis del Banco Mundial sobre el panorama de la economía mexicana en 2018 alerta también sobre el riesgo de la cancelación del acuerdo, ello con un impacto perjudicial en el comercio, la inversión y las relaciones financieras.
Pondera, sin embargo, que México tuvo un desempeño mejor de lo esperado durante 2017 y que las condiciones de los mercados financieros también han mejorado a medida que el peso se ha recuperado con respecto al dólar estadounidense, ello después de una significativa depreciación hace un año.
“La resiliencia a los choques, las respuestas prudentes de la política monetaria y fiscal, así como una mejora gradual en el entorno externo del país, lograron restaurar la confianza y fortalecer la actividad económica”, explica el organismo financiero.
De igual manera considera que una fuerte recuperación del comercio exterior creó una vigorosa contribución de las exportaciones netas al crecimiento del PIB, al tiempo que el aumento de la competitividad externa, derivada de la depreciación acumulada de la moneda durante los últimos tres años, y el fortalecimiento de la producción industrial de los Estados Unidos revitalizaron las exportaciones mexicanas.
Por su parte, precisa que el consumo privado sigue creciendo a un ritmo constante, a pesar de que la creciente inflación está amortiguando el poder adquisitivo de los consumidores al limitar el crecimiento del ingreso real del trabajo, pero agrega que la inversión total permanecerá igual por segundo año consecutivo, arrastrada por una caída de la inversión pública.
Por su parte, otro análisis reciente del Fondo Monetario Internacional advierte que la economía de México experimentará una desaceleración entre 2017 y 2018, periodo en que el Producto Interno (PIB) del país bajará de 2.1% a 1.9%, en una dinámica en la que la incertidumbre que generan las elecciones presidenciales de julio y la renovación del TLCAN son los riesgos que frenan la expansión del PIB mexicano.
Subraya que el panorama político resultante de las elecciones federales del 2018 podría afectar el clima de inversión en México, mientras que, a nivel global, la incertidumbre prolongada sobre el resultado de las negociaciones del TLCAN, así como el crecimiento -más débil de lo esperado- en Estados Unidos, también afectan a la economía nacional.
No obstante, el FMI coincide con el Banco Mundial en que el consumo privado sigue siendo el impulsor principal de la actividad económica de nuestro país, aunque el flujo de las inversiones se debilita ante el futuro de la relación comercial de México con Estados Unidos, esto después de las negociaciones y la falta de acuerdos al respecto.
En ese concierto, cobran especial significación las conclusiones del organismo internacional, que anticipan que, en la medida en que sean resueltos los elementos que provocan incertidumbre y vulnerabilidad, es decir, la renegociación del TLCAN y el resultado electoral, la economía mexicana alcanzará tasas de desarrollo más elevadas, “de hasta 2.7% al cierre de 2020”.