Noviembre 5, 2024
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IMPULSO/Ernesto Hernández Alarcón
No puedo esperar más
Siento un ligero pesar por el desarrollo del primer partido de la serie final entre los Spurs de San Antonio y los Warriors de Golden State. Los primeros llegaban con la desventaja que implica la baja definitiva de Tony Parker, factor que sin duda ya los ubicaba en un plano ligeramente menor respecto a los de la bahía. Con una ventaja de más de veinte puntos durante casi tres cuartos, los texanos tenían todo para darle un matiz de alta competencia a esta fase de play-offs.

Pero el destino tenía otros planes: la lesión de Kawhi Leonard, bajo mi apreciación, completamente circunstancial y de ninguna manera una jugada con alevosía por parte de Zaza PachulIa, como se llegó a especular. Me parece que, más bien, Leonard no estaba recuperado al cien por ciento.

Como sea, el perder al mejor elemento del equipo, un jugador que marca la diferencia en ambos costados de la duela, permitió que Stephen Curry y compañía aprovecharan la coyuntura para lograr un regreso impresionante que casi estoy seguro, marcará el resultado definitivo, prueba de ello fue el contundente dominio expuesto en el segundo encuentro. “Teníamos una oportunidad difícil de obtener y simplemente la dejamos ir”, declaró Manu Ginóbili en conferencia de prensa. “Faltó la actitud de ganar, nos faltó confianza”, espetaría posteriormente Greg Popovich.

Independientemente de que regrese Leonard o no, bajo cualquier porcentaje de recuperación, todo indica que los Warriors avanzarán a su tercera final consecutiva. Un pronóstico que ya habíamos citado, sin embargo, en lo personal esperaba mucho más resistencia y competencia de San Antonio, situación que dudo bastante se presente en la mayoría de los juegos. En otras palabras, la tónica de esta confrontación, será muy similar a lo que hemos visto en esta postemporada: un sabor muy insípido y desbalanceado. Warriors de Golden State 4, Spurs de San Antonio, 1

Del otro lado, sin mayor preámbulo, los Cavaliers de Cleveland harán lo propio. Los Celtics de Boston batallaron con unos Wizards de Washington que pelearon hasta el final con la frente en alto. Gran trabajo ha realizado Danny Ainge (director ejecutivo) con este icónico equipo y sigo pensando que en dos años a más tardar serán la potencia de la Conferencia del Este. Se rumora una posible contratación de Gordon Hayward (Jazz de Utah) para la siguiente temporada, lo cual me parece que les vendría de maravilla. Mucho talento joven, inclusive de su entrenador, a quien considero un gran talento para dirigir. Pero sabemos que LeBron James está jugando niveles exorbitantes, y creánme, que siento que no está todavía al cien por ciento de su capacidad y parámetro actual, y ni hablar de algunos de sus compañeros, que tampoco han tenido la necesidad de elevar al máximo su potencial. Los Cavs, por consiguiente, son sumamente superiores y desafortunadamente seremos testigos de una serie también aburrida por momentos, aunque estoy también seguro que los Celtics darán una muy buen pelea en por lo menos dos juegos. No queda otra más que sobre llevar estas finales de conferencia y eso sí, esperar con ahínco lo que sí se antoja como una final de antología bastante equilibrada y emocionante entre los tridentes James-Irving-Love contra Durant-Curry-Thompson. Como la canción de la banda Nelson: “I can hardly wait”. Cavaliers de Cleveland, 4, Celtics de Boston, 2.

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